Antoni Gurrera se muestra orgulloso de que Grupo Ferrá esté implicado en proyectos tan emblemáticos como la reforma del hotel Formentor. | Jaume Morey

Antoni Gurrera es el consejero delegado de Ferratur, que cumplió en 2021 sus primeros 130 años de historia. Es la constructora más antigua de Balears y una de las más longevas de España. El Grupo Ferrá, al que ya se ha incorporado la cuarta generación, mantiene la esencia propia de una empresa familiar.

El Grupo Ferrá es una empresa de larga tradición que se encuentra en un gran momento.
Hace ya unos diez años que la familia decidió adoptar decisiones para optar a ser una empresa referente en la isla. Estábamos de acuerdo en que la empresa debía crecer y diversificarse, pero sin perder el espíritu familiar. La empresa se ha reorganizado internamente, creando nuevos procesos, formando un equipo técnico potente, de primer nivel y máxima calidad... y así hemos conseguido llegar al momento actual. Creo que estamos en el mejor momento de la historia de la empresa y las expectativas son buenas. Espero que podamos alcanzar 130 años más, aunque será complicado que lo pueda ver.

¿Cuál es la situación del mercado inmobiliario en Mallorca?
Estamos viviendo un auténtico boom. La situación del mercado inmobiliario es excepcional, de gran éxito. Son muchos los extranjeros de alto poder adquisitivo que quieren instalarse en Mallorca. Hay mucha más demanda que oferta. Mallorca era un mercado de segunda residencia, pero ahora cada día son más los ciudadanos del norte de Europa que quieren instalarse en Mallorca de forma fija. Las nuevas tecnologías y la excelente conectividad facilitan el teletrabajo.

En Mallorca existe un grave problema de falta de suelo para construir vivienda asequible. ¿Pasa lo mismo con las viviendas de alto standing?
Aún hay suelo para construir viviendas de lujo, pero también se está acabando. En la zona de Andratx, Son Vida, Costa d’en Blanes… cada día quedan menos solares. Se está llegando a la situación en la que se están comprando viviendas antiguas, bien ubicadas, para reformarlas o demolerlas al completo. Estamos hablando de ubicaciones top. El problema serio de Mallorca es la falta de suelo para construir vivienda a un precio asequible para la clase media.

¿Cómo lo solventamos?
La fórmula mágica pasa por la colaboración público-privada. El porcentaje más alto de suelo libre que sería posible destinar a la construcción de vivienda es propiedad de los organismos públicos. Hemos de buscar la fórmula para que la administración pública llegue a acuerdos con la empresa privada para poder desarrollar vivienda a un precio razonable, tanto para los ciudadanos de escaso poder adquisitivo como para los de clase media. La materia prima más escasa y costosa es el suelo.

¿Una de las soluciones puede pasar por incrementar la edificabilidad en alturas?
Es una posible solución. Si das una vuelta por Palma es fácil darse cuenta de que hay una variabilidad muy elevada en la altura de las diferentes fincas. Creo que podría homogeneizarse las alturas por barrios o por zonas. Otra solución sería aumentar la intensidad. Sería posible, sin construir más, alojar a más gente.

Se habla mucho de las nuevas fórmulas de viviendas, del coliving, del build to rent… ¿Está la normativa preparada para facilitar este nuevo tipo de viviendas?
Es una de las salidas lógicas y naturales al problema de la vivienda. Por tanto, está claro que deberá adaptarse la normativa actual a estas nuevas fórmulas. Si funciona en el resto del mundo y la gente se siente cómoda… hay que copiar estas nuevas maneras de facilitar el acceso a la vivieda.

Hoy en día, están centrados en la edificación.
El 100% de nuestro trabajo es edificación en estos días. Hubo una época en la que hacíamos obra civil, pero ahora mismo no. Estamos especializados en edificación de calidad, aunque es cierto que un porcentaje muy elevado de nuestro negocio son las viviendas de lujo. Construimos también fincas de pisos de calidad y también hay diferentes cadenas hoteleras que han confiado en nostros para reformar sus establecimientos. Estamos, por ejemplo, involucrados directamente en la reforma de la possessió de Son Bunyola, propiedad de Richard Branson. Y también, en una UTE con la Constructora San José, estamos reformando el hotel Formentor. Son trabajos de gran calidad de los que esperamos estar muy orgullosos.

Y cuentan también con una delegación en Eivissa.
La abrimos hace dos años y estamos muy satisfechos. Nos estamos implantando con fuerza en Eivissa. Estamos construyendo una promoción de viviendas unifamiliares de lujo y reformamos, por ejemplo, el hotel Cartago de Port de San Miguel.