La inauguración del FabLab de Eivissa tuvo lugar el pasado marzo.

La Universitat de les Illes Balears (UIB) y el Ajuntament d’Eivissa se han unido para impulsar la creación y el aprendizaje tecnológico de particulares y empresas a través del FabLab, un nuevo centro ubicado en la plaza de Sa Drassaneta, donde se llevarán a cabo actividades de creación, aprendizaje de tecnologías disruptivas, procesos de invención para encontrar soluciones a los retos de la sociedad actual y apoyar el desarrollo del talento y la industria local.

Un FabLab es un taller de fabricación digital de objetos físicos de uso personal o local, en contraposición con la fabricación industrial. Este proyecto, presupuestado en 840.000 euros y cofinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder), ha dotado las instalaciones de Eivissa con el equipamiento tecnológico necesario para que emprendedores, estudiantes, empresas, asociaciones y demás colectivos interesados puedan experimentar y desarrollar proyectos de robótica e impresión 3D. Además, se ofrecen varios espacios y aulas, enfocados a las actividades formativas y el trabajo en equipo de proyectos complejos. El proyecto también cuenta con la colaboración de la UIB a través de un convenio firmado entre el Ajuntament d’Eivissa y la Fundació Universitat-Empresa de las Illes Balears (FUEIB).

Bartomeu Alorda Ladaria, doctor en Física, ha colaborado en el asesoramiento y la puesta en marcha del Fablab. «Desde la UIB hemos dado apoyo docente y asesoramiento científico al Ajuntament d’Eivissa en su puesta en marcha, además de fomentar la unión de los FabLab de Balears y de poner en marcha diferentes talleres. El FabLab de Eivissa es singular en toda Europa por su equipamiento único. Estará muy bien dotado. Cuenta con máquinas de producción 3D a escala industrial, de grandes dimensiones, y están representadas todas las tecnologías de fabricación digital. Entre otros equipamientos, hay impresoras para fabricar con las tecnologías FDM, SLA y SLS, esta última única en Balears. También cuenta con una impresora que puede hacer piezas de gran formato a partir de barro como material de impresión, algo que hasta ahora tampoco existía en las Islas. Hay otra impresora en formato delta que permite reutilizar plástico y un brazo robótico de seis ejes que permite trabajar con piezas de 2,5 metros cúbicos», explica Alorda.

El espacio cuenta con la colaboración de EureCat, que ha ayudado en la definición del equipamiento, y de la Escola d’Arts d’Eivissa, que será la encargada de asumir el equipamiento.

Asimismo, otro de los retos es crear una red de FabLabs de Balears (junto con el de Menorca, ubicado en el Centre Bit, que es el otro de carácter institucional que hay en las Islas) y para trabajar de forma conjunta y aglutinar también el tejido innovador y productivo.

ACTIVIDADES. El FabLab de Eivissa ya ofrece diferentes actividades. En concreto, esta semana ha empezado el TecnoEstiu, que es un curso de formación dirigido a jóvenes para que aprendan metodologías de diseño y fabricación digital en 3D, electrónica y robótica.

«El TecnoEstiu tendrá dos proyectos o retos: la construcción de un robot humanoide que deberán programar íntegramente, y el lanzamiento de un nanosatélite acoplado a un globo sonda estratosférico con cámara y GPS para reportar el ascenso a 30 kilómetros de altura y el descenso. Será como tener ojos, tacto y oído en la atmósfera», señala emocionado Alorda. También se ha puesto en marcha un curso de impresión 3D en Menorca.