Sebastià Català, fundador y CEO de Blue Sea Hotels.

Sebastià Català, fundador y CEO de Blue Sea Hotels, explica que la nueva ley turística es «muy política, con poco contenido del negocio». «Estoy de acuerdo con el objetivo de la ley pero hay puntos en la misma que me parecen fuera de lugar o que no solventarán el problema por el cual se ha aprobado», comenta.

Català reconoce que este verano ha habido masificación, pero considera que no debe limitarse la llegada de turistas ni tampoco reducir el número de plazas, ni hoteleras ni vacacionales. Al contrario, opina que la promoción turística sigue siendo muy necesaria. «Tanto a través de ferias como a través de campañas online. Todo suma. España es un destino vacacional para todas las épocas del año, ya sean actividades culturales o deportivas. El clima suave, hasta incluso cálido en temporadas bajas, encaja muy bien con festivos y vacaciones de los países emisores. Nadie puede consumir lo que no conoce, por lo tanto es importante promocionar épocas que no sean de solo sol y playa», matiza. «Es muy importante poner más vuelos en invierno y más apoyo al Imserso, lo del Imserso este año es una vergüenza», añade.

Para Blue Sea Hotels la temporada ha sido diferente a la de 2019. «Ha sido una temporada frenética, con mucho movimiento al tratarse de estancias más cortas de lo normal, y con problemas para contratar personal de nueva incorporación No diría que haya sido mejor que 2019, ha sido diferente», explica, con la rentabilidad real en aumento a pesar de que todos los costes han sufrido incrementos. Además, los turoperadores siguen perdiendo peso y Blue Sea Hotels busca reducir los «sus contratos estáticos que no permiten revenue management en favor de agencias mayoristas y minoristas online que nos permiten gestionar día a día de forma más eficiente nuestras tarifas y disponibilidades», aunque Català también explica que en líneas generales también son los propios turoperadores los que se están reconvirtiendo en agencias online.

La cadena está inmersa en el cálculo de la huella de carbono, la emisión de certificados energéticos y la mejora de la infraestructura. Asimismo, destacan las iniciativas sociales y solidarias en los dos últimos años. «Hemos tenido un hotel en Mallorca durante siete meses dedicado en su totalidad a personas de exclusión social con covid sin necesidad de hospitalización, contactos estrechos y personas que venían vía pateras. También hemos donado comida, que teníamos elaborada para las aperturas de nuestros hoteles y que al final no pudimos abrir, a comedores sociales (Cáritas, Cruz Roja, Zaqueo, Projecte Home...) por un importe de 74.000 euros», concluye Català.