Cola de pasajeros esperando un taxi en el aeropuerto de Palma. | G. Marchena | PALMA

Mallorca ha padecido este verano severos problemas de movilidad motivados principalmente por la falta de taxis, pero también por la menor flota de rent a car y por la sobreocupación de ciertas frecuencias de transporte público, que se han tenido que incrementar a mediados de verano. También el transporte discrecional ha puesto el cartel de completo. Esta semana la mayoría de grupos del Parlament se han mostrado a favor de pedir que se extiendan a todas las Islas las limitaciones al tráfico de vehículos que ya se aplican en Formentera. En concreto, han pedido al Govern que promueva un nuevo marco legal de la mano de los consells de cada isla y reclaman al Ejecutivo autonómico que fije un techo de coches de alquiler.

TRANSPORTE DISCRECIONAL. La flota de autocares y minibuses de Mallorca ha tenido mucho trabajo este verano. Ya en el inicio de la temporada alta la gran demanda turística provocó una demanda del 100% de la oferta y un tapón de peticiones. Se juntaron el inicio de la temporada con alta demanda de traslados desde el aeropuerto a los hoteles, operativa de excursiones turísticas, viajes de incentivos y congresos, traslados de cruceristas y viajes de estudios y de fin de curso llegados de la Península. Con todo, la flota de unos 1.500 autocares y minibuses se quedó pequeña al principio de temporada.

TRANSPORTE REGULAR. El transporte en líneas regulares también ha trabajado con intensidad este verano y ha experimentado incrementos considerables del número de usuarios. En consecuencia, las empresas han tenido que reforzar el servicio y ampliar frecuencias. Muchas líneas han llevado a usuarios de pie, pese a tratarse de transporte interurbano.

Asimismo, el servicio del Aerotib, que conecta el aeropuerto con diferentes zonas de Mallorca, tuvo entre abril -cuando se inicia el servicio- y principios de agosto un 140% más de pasajeros que en 2019, hasta los 387.376 usuarios. La subida se atribuye tanto al económico precio como a que el servicio es cada vez más conocido. Tras algunas críticas recibidas en las redes sociales porque el autocar de Alcúdia llegaba lleno desde Can Picafort y pasaba de largo, a los pocos días se incrementaron las frecuencias en las cinco líneas de la zona norte de Mallorca, especialmente los fines de semana.

TAXIS. La mayor polémica ha sido por la falta de taxis en Palma, así como en otras zonas de Mallorca y en Eivissa. La causa principal de la mayor demanda ha sido que esta temporada los rent a car tenían menos parque de vehículos, debido a las reducciones en las cadenas de montaje y la falta de componentes. En Palma había este verano 180 taxis, 20 más que en 2021, pero aun así se formaron largas colas en el aeropuerto y en las paradas habilitadas y no se podía atender a las peticiones telefónicas. Los taxistas achacaronn los problemas del servicio en el centro de Palma a la falta de chóferes para completar turnos de 24 horas.

Ante esta problemática surgieron opiniones que apuntaban a la necesidad de autorizar la implantación de Uber y Cabify, aunque el Ajuntament de Palma ha asegurado que no es necesario. La competencia de los taxis corresponde a las administraciones locales. Una solución para paliar el incremento de la demanda en verano parecen ser las licencias estacionales, aunque no han llegado a tiempo esta temporada. Los ayuntamientos de Andratx y Calvià, por su parte, acordaron poder prestar servicios en las paradas de la localidad vecina para paliar la saturación del servicio.

En conjunto, el balance del Consell Balear de Transports Terrestres ha sido negativo. Todos los sectores han considerado que la falta de transporte en los meses punta del verano ha perjudicado la imagen de Balears y el Govern y patronales se comprometieron a tomar medidas de cara a 2023, aunque el Ejecutivo descarta incrementar las licencias de VTC.

ATASCOS. Al igual que pasaba ya antes de la pandemia, los atascos han sido constantes en los puntos habituales de tráfico intenso: zonas turísticas y entrada y centro de Palma. Unas retenciones y colapsos que han sido habituales y todavía más intensos en los días nubosos, que se unen a la falta de parking.

El Consell de Mallorca estudia una iniciativa de Podemos que propone limitar la llegada de automóviles de alquiler de cara a 2023. Por el momento han mantenido conversaciones entre los partidos del Pacte y están intentando calcular la cifra real de coches de alquiler. Por su parte, el Consell d’Eivissa ha elaborado un borrador de propuesta legislativa para ordenar la entrada de vehículos como ya hace Formentera desde hace cuatro años, con un número máximo de coches y motos que pueden entrar y circular. Por otra parte, el Ajuntament de Deià y la asociación Tramuntana XXI han pedido este verano que se pongan límites a los accesos de las carreteras de la Serra de Tramuntana debido que l a saturación de la carretera MA-10 que atraviesa el municipio afecta a la seguridad de la vía, la calidad de vida de los residentes y a los turistas.