No puedo evitar, cada vez que busco la inspiración para escribir esta columna, acabar con la sensación de que tienes que quejarte de algo para captar el interés del lector. Una vez me dijeron que «las buenas noticias no venden» (Good news, no news). No sé…

Lo que es cierto es que las malas noticias abren los telediarios, llenan las primeras páginas de los periódicos y son las que primero se escuchan en la radio. Cuando mayor es la tragedia o el descalabro, mayor cobertura. Y la verdad es que no hay buenas o malas noticias… ¡simplemente son noticias!
Pensando en «buenas noticias», y tal vez pienses «no hay para tanto», pero la verdad es que las dos que voy a comentar me han alegrado la semana. Curiosamente, ambas están relacionadas con la formación. La primera es que la Escuela de Turismo Felipe Moreno, que presentaba su sede ibicenca hace un año, ha firmado convenios con importantes cadenas hoteleras como Palladium, Vibra, Meliá o Grupo Mambo para su proyecto de «hoteles escuela» en Eivissa.

Las cadenas mencionadas van a autorizar el uso de sus instalaciones para que puedan utilizarse como talleres de cocina y restauración y se va a cualificar a los trabajadores de forma gratuita a través de cursos que va a financiar el Servei d’Ocupació de les Illes Balears (SOIB). La formación se impartirá durante los meses de invierno y los asistentes se llevarán a casa un certificado de los estudios realizados.

Ya era hora de que se promoviera en serio la iniciativa de los «hoteles escuela» así que les envío mis felicitaciones y deseo el mejor futuro al proyecto.

La otra noticia que me hizo levantar la cabeza de la pantalla, en señal de aprobación, es el proyecto de la Associació Balear de l’Empresa Familiar y su iniciativa «Empresa familiar a les aules». No es algo nuevo, tengo amigos que por propia iniciativa desarrollan actividades similares en otras comunidades autónomas, y la idea es que estudiantes de ESO y Bachillerato (entre 15 y 18 años) conozcan el funcionamiento de una empresa es una excelente propuesta. Es un proyecto a nivel balear por lo que animo a los centros –a los de Eivissa y Formentera también, por la parte que me toca– a que se interesen por la idea.

En resumen, no puedo estar más contento con las dos iniciativas y me comprometo a llevar un seguimiento, de estas y de otras similares, por si hay más novedades de este tipo.