Onofre Martorell.

El decano-presidente del Col·legi Oficial d’Economistes de les Illes Balears Onofre Martorell inició su discurso con un emocionado recuerdo para los compañeros desaparecidos durante este año, al tiempo que ponía en valor el hecho de celebrar ya la Diada número 20. Además, destacó la figura de Jorge Dezcallar y el tema de su ponencia, asegurando que hablar del ‘Fin de ciclo en la geopolítica mundial’ era de gran actualidad. El presidente tuvo unas emotivas palabras hacia la familia Serra, que fue distinguida con la medalla de oro a la trayectoria empresarial. Recordó la apuesta inequívoca de la familia por la cultura, alabó el trabajo de Ultima Hora y tuvo también palabras de agradecimiento a la familia por haber puesto en marcha El Económico.

El decano del Col·legi repasó de forma breve los objetivos y retos desarrollados durante 2022. Explicó que, un año más, la formación es una de las principales actividades, destacando que desde la Escola Pràctica de Economia i Empresa (EPEE) se han desarrollado 45 cursos con 1.500 matriculados este año. Indicó que se continúa potenciando la bolsa de trabajo, que se sigue ofreciendo el servicio de extranjería y que desde el Col·legi se ofrece asesoramiento digital a despachos y un servicio de mentoring para los nuevos economistas. Recordó también que el Col·legi ha participado en la Mesa del Diàleg Social, presidida por la presidenta del Govern, la comisión permanente para la reactivación económica y el Pla d’Autoocupació de Qualitat 2022-2025.

Martorell celebró el desbloqueó del REIB y aseguró que era una de las reivindicaciones históricas de Balears. El decano-presidente del Col·legi d’Economistes analizó la situación actual destacando que la invasión rusa de Ucrania está trastocando la globalización comercial y financiera. Explicó que entre los efectos de primera ronda destaca el incremento de precios, debido a las restricciones en productos energéticos, alimentarios y en las materias primas. Incidió también en los denominados efectos de segunda ronda, que tienen efectos en la inflación y los tipos de interés, incrementando así los costes de financiación tanto de países como de empresas. «Estamos ante una inflación de costes y no de demanda», explicó mostrando su vertiente pedagógica. «La subida de tipos normalmente se hace para enfriar la economía, y la enfriará, pero no queda más remedio porque es el único mecanismo que tenemos para mitigar la inflación», puntualizó, y aseguró que es necesario complementar la política monetaria restrictiva con otras acciones de ahorro energético, de rentas... para evitar que la inflación siga subiendo.

«La economía mundial podría ser más fragmentada, con menor globalización y, por tanto, con menos riqueza y prosperidad», explicó, indicando que la guerra está afectando al sistema internacional de pagos, al uso de monedas de reserva, a la moneda de cotización de las materias primas y a las instituciones multilaterales, y en todos estos aspectos China parece que saldrá reforzada. También mencionó que Europa arrastra desde hace años una pérdida de competitividad y que la Unión Europea debe reforzar de manera «firme y urgente» su papel político en el mundo, con más unidad y autonomía estratégica, desarrollando políticas encaminadas a conseguir una política energética y de defensa común.

Martorell quiso también lanzar una reflexión sobre cómo incidirá el panorama económico internacional en la economía balear. Indicó que el conflicto internacional afectará a los países de la zona euro, especialmente a Alemania, que recordó que es el principal mercado emisor turístico de Balears. Martorell afirmó así que si el conflicto persiste en el tiempo la economía alemana sufrirá, lo que repercutirá de forma directa en el sector turístico. Asimismo, defendió la gran importancia del modelo turístico de Balears, mostrándose a favor de mantener todas las plazas turísticas legales.