Tras pasar por JP Morgan, Antonio Berga ha cofundado la fintech Embat.

PSD2 (Payment Services Directive) es la directiva europea que regula los servicios de pago (por ejemplo transferencias, domiciliaciones, pagos con tarjetas…) realizados en Europa con la finalidad de impulsar la transparencia, la competencia, y la innovación de los servicios de pago del sector financiero. Tras varios retrasos en su aplicación, entró en vigor el 1 de enero de 2021. En la práctica, esta directiva permite que terceros puedan acceder a los datos de los clientes bancarios y hacer pagos. Precisamente con esta finalidad nació Embat, una fintech que permite automatizar la tesorería.
Detrás de Embat están sus dos fundadores, el mallorquín Antonio Berga y el canario Carlos Serrano. Se conocieron en JP Morgan, donde consolidaron una trayectoria como financieros pero dejaron su posición tentados por sus ganas de emprender. «Hace unos cinco o seis años que Carlos y yo teníamos la inquietud de hacer algo diferente que trabajar en banca. El cambio regulatorio con la directiva europea PSD2 permitía ir a la tubería de información del cliente y sacarla en cuestión de segundos. También creíamos que había una oportunidad en el mercado de empresas a partir de 10 millones de euros de ventas para ayudar a los equipos financieros a automatizar todas sus operaciones de tesorería: cobros, pagos, gestionar y contabilizar los cobros y pagos... Con nuestra implementación, los equipos financieros pueden tener hecho en pocos segundos el trabajo que antes tardaban horas en hacer», resume Antonio Berga.

Así que en mitad de la pandemia se pusieron manos a la obra. Ficharon a Tomás Gil, hasta entonces director de tecnología de Fintonic, que entró como socio, y en octubre de 2021 presentaron Embat de forma oficial. Desde principios de 2022 ya tienen clientes. Cuentan con 24 trabajadores.

Recientemente llevaron a cabo una ronda de inversión en la que obtuvieron un millón y medio de euros para ampliar el equipo y seguir creciendo. Varios fondos de inversión y private equity de personas cercanas les han apoyado.

TESORERÍA Y CONTABILIDAD. La principal función de Embat es la automatización de la tesorería. «Si una empresa paga 300 facturas al mes o hace pagos diarios, todo esto pasa por el banco y después por contabilidad. Nosotros utilizamos nuestra tecnología para conectarnos a los bancos de los clientes, unificamos los datos y ofrecemos la posición de tesorería a tiempo real. Esto es un hecho diferencial respecto a otras empresas similares, que ofrecen la información del cierre del día anterior», explica.

Otra de sus aplicaciones es la contabilidad automática. «Conectamos del banco a Embat y de Embat al programa de contabilidad, donde se registran las entradas y salidas en los epígrafes y subgrupos que correspondan de los libros contables. Imagina una compañía con más de 1.000 movimientos bancarios al mes. Embat sabe la cuenta del cliente, lee el concepto y hace el asiento contable de cada movimiento. Esto normalmente lo haría un equipo que trabajaría durante cinco horas al día. Ahora lo hacemos nosotros en 15 segundos. Las mejoras más importantes para el cliente son el ahorro de tiempo, la reducción de fallos y un aumento de la calidad de vida, porque en lugar de picar datos, los trabajadores pueden hacer tareas de mayor valor añadido», comenta.

Berga explica que su target son las empresas a partir de 10 millones de euros. «Creemos que estas empresas están desatendidas. Si lo piensas bien, la mayor parte de departamentos tienen tecnología a su disposición, desde marketing a comerciales. Pero los de finanzas no tienen nada, no han evolucionado desde un punto de vista tecnológico. Las empresas están muy profesionalizadas y los equipos financieros son muy buenos, pero dedican demasiadas horas a procesos arduos y tareas manuales. De esta forma, podemos ofrecer la contabilidad automática o también hay clientes que solo quieren tener la visibilidad de caja, que consiste en saber en algunos segundos cuánto dinero tengo en cada banco en lugar de mirar cuenta por cuenta», señala.

La implementación de Embat tarda unas cuantas semanas. «La gente piensa que tardamos cuatro meses para hacer una implementación cuando solamente necesitamos entre cuatro y seis semanas. Este es un punto diferencial. Si te planteas hacer una implementación de un sistema y te dicen que tardarán seis meses, dices que no. Nosotros lo hacemos muy rápido porque estamos en la nube, y esto es otro hecho diferencial. Embat utiliza la tecnología de Google como un commodity de seguridad. Además, estar en la nube nos permite tener conexiones homogéneas y es muy fácil. En cuanto a la conexión, hemos desarrollado a través de partners todo tipo de conectores con Microsoft, Sage, Oracle… que hacen la conectividad en cuestión de días», señala. Han firmado recientemente una alianza con la consultora mallorquina Dynasoft, especializada en software empresarial de Microsoft, para ofrecer la integración de su herramienta de gestión de la tesorería integrada con los sistemas de planificación empresarial (ERP).

Embat trabaja mayoritariamente para empresas españolas con subsidiarias en cualquier país del mundo. Entre sus clientes mallorquines están BlueSea Hotels, SMY Hotels, Hierbas Túnel, Urbia y Transports Marítims d’Alcúdia.

PLANES DE FUTURO. Los fundadores de Embat planea doblar el equipo actual en 2023. Para ello harán otra ronda de financiación, aunque no hay fecha prevista de momento. Se quieren especializar en vender diferentes módulos, como el de posición de caja o el de automatización de lac contabilidad, y modelar el software a medida de las necesidades de cada empresa. El precio va en función de la automatización, con un rango que abarca desde los 5.000 euros anuales hasta los 50.000. Asimismo, ya cuentan con un equipo comercial en Madrid que pueda vender la fintech a empresas del extranjero, principalmente en Alemania y el Reino Unido. El nuevo módulo que están desarrollando en estos momentos es la automatización de pagos desde Embat.

«Queríamos tener un nombre de aquí e internacionalizarlo. El embat es un viento que cuando llega a la tierra sube y hace un efecto de remolino. Desde un punto de vista filosófico, ejemplifica lo que hacemos: recibir información y devolverla más trabajada. Aunque la empresa está en Madrid, me gustaría que los empresarios nos tengan ubicados como un socio de tecnología financiera en Palma. Queremos ser una parte del ecosistema tecnológico de Mallorca», concluye Berga.