La primera vez que oí la palabra VUCA fue en un seminario que organizó el Cercle d’Economia de Menorca en 2015 y que dictaba uno de sus socios, el siempre enérgico Marcos Urarte, consultor y asesor de corporaciones multinacionales, además de profesor invitado de diversas escuelas de negocio.
Urarte nos explicó que el acrónimo de volátil, incierto, complejo y ambiguo se había creado en el ejército americano pero había pasado al entorno del management empresarial. Nos habló que en el mundo estaban ocurriendo de forma simultánea, hechos absolutamente divergentes que nos hacían difícil pronosticar hacia dónde nos dirigíamos y que, ante todo ello, las empresas debían aprender a gestionar la incertidumbre, tomando decisiones sin esperar a tenerlo todo controlado y quizás incluso sin entenderlo. Lo que hace ocho años nos comentaba Marcos, hoy se ha convertido en el paisaje que vemos a diario por la ventana de nuestros negocios, de nuestras empresas, donde la hipérbole de la incertidumbre es cada día más grande y cuesta asimilar gran parte de lo que sucede. Para acabarlo de aliñar, hace un año que estamos en guerra y el fin de conflicto no se ve por ningún lado.

En este sentido, parece como si el antídoto ante este escenario fuera un Carpe diem generalizado que se observa en todas partes, mientras la macroeconomía se desmorona. Cuando instituciones como el Banco de España pronostican un crecimiento a la baja en 2023 por el empeoramiento del contexto exterior, con tensiones geopolíticas y energéticas que obligan a países como el nuestro a endeudarse hasta extremos peligrosos con medidas excepcionales para sufragar el día a día de sus ciudadanos, la vida continúa como si nada de todo ello nos fuera a afectar. Fijémonos lo que sucede en el Reino Unido, sumido en un hervidero de graves problemas económicos que afectan a sus ciudadanos con huelgas, subidas de precios y recortes por todas partes. Las reservas de hoteles y viajes para el próximo verano han aumentado un 120% según datos de diciembre, tal y como informaba hace unos días Hosteltur a través del informe Affilired. La consigna VUCA está clara, alguien se encargará de enterrar al último.