Una barra de pan cuesta 1,30 euros frente a los 0,50 céntimos de Eivissa. Un litro de aceite de oliva se paga a 5,80 euros en la pitiusa sur frente a los 4,29 de Eivissa y una docena de huevos sale por 3,90 euros frente a los 2,39 euros en la pitiusa mayor. La diferencia de precio es aún más acusada si se compara con la Península, pues allí es posible encontrar una barra de pan por 0,45 céntimos de euro, un litro de aceite de oliva por 3,99 euros y una docena de huevos por 2,15 euros. Son algunos de los precios que se extraen del estudio sobre el coste de la cesta de la compra en Formentera, un trabajo realizado por el Consell de Formentera a través del Observatorio de Datos. El objetivo de este estudio es constatar lo que realmente cuesta vivir en Formentera y empezar el análisis por la cesta de la compra es una buena muestra de ello.
Para realizar este estudio se fijó una lista de compra con 10 productos básicos de marca blanca, como son un kilo de arroz, una barra de pan, una docena de huevos, una lechuga, una garrafa de cinco litros de agua, un litro de leche entera, un litro de aceite de girasol, un litro de aceite de oliva, un kilo de patatas y un kilo de pollo. Una vez definida la lista de productos básicos, la comparación se hizo entre dos grandes supermercados de Eivissa, otros dos de la Península y los dos supermercados más baratos de Formentera. Además, se ha estudiado también la evolución de precios de enero (antes de la guerra de Ucrania) a octubre. Uno de los principales resultados que se extraen es que en enero del año pasado en Formentera era un 13% más caro hacer la compra que en Eivissa y, a su vez, era un 12% más caro que en la Península. Nueve meses después, en octubre, hacer la compra en Formentera era un 18% más caro que en la mayor de las Pitiusas y un 22% más caro que en la Península. En números absolutos, por la cesta de la compra con los productos antes mencionados se pagaba en enero entre los 16,04 y los 17,69 euros frente a los 14,35 y los 15,03 euros de Eivissa y los 13,8 y los 15,8 de los establecimientos de la Península. En octubre, la misma lista de la compra costaba en Formentera entre los 19,7 y los 22,23 euros; en Eivissa entre los 16,56 y los 17,94 euros, y los 15,01 y los 17,41 de la Península.
En cuanto a la evolución de precios, esta cesta de la compra se ha encarecido entre enero y octubre un 21% en Formentera, un 17% en el caso de Eivissa y el menor porcentaje se encuentra en la Península, pues han crecido un 11% entre los meses mencionados. Otro de los datos destacados de este estudio es que se incluyen cinco comercios de Formentera (en los que están los dos más baratos de la isla). En este sentido, la comparación entre estos cinco establecimientos revela que existen diferencias de precios de hasta el 60% entre el más caro y el más barato de la isla.
Alejandra Ferrer, vicepresidenta del Consell de Formentera, afirma que este estudio se ha realizado durante un año y que está vivo, pues se seguirán incorporando productos. Entre los resultados que más les han llamado la atención se encuentra la subida de precios de enero a octubre, así como la diferencia entre los propios supermercados de dentro de la isla. «Seguiremos analizando productos e iremos implementando otros estudios para conocer el coste real de la vida en la isla. Sería el caso del coste de la vivienda».
Estos resultados, según precisa Ferrer, sirven para reflejar lo que significa la triple insularidad en el día a día: «La triple insularidad penaliza mucho el coste de vida y cada vez más. Para solucionar este tema será necesario que solicitemos medidas extraordinarias y compensatorias. Al final somos una isla que, si bien no está tan lejos como las Canarias, sufrimos los problemas de un territorio extraperiférico y esto se debería tener en cuenta para poder ayudar a las empresas y a la ciudadanía a sobrellevar el coste de la vida». La vicepresidenta del Consell de Formentera pone de ejemplo a Ceuta, Melilla y Canarias «donde se implementan medidas que podrían ayudar a la reducción de estos costes. Seguiremos realizando estos estudios para tener todos estos datos y poder trasladarlos a las administraciones que han de ayudarnos a solucionar este problema», concluye la vicepresidenta Alejandra Ferrer.