El equipo de Abril Consultoria Agroamiental. De izquierda a derecha, Alba Pons, Bernat Sntes, Elena Higueras, Toni Roca, Flor Arrighi y Joana Fullana.

Con más de 500 proyectos llevados a cabo en Menorca, Abril Consultoría Agroambiental es uno de los despachos más grandes y especializados en el asesoramiento y desarrollo de inversiones relacionadas con el campo menorquín. Desde estudios de impacto ambiental, gestión de explotaciones agrícolas, proyectos de instalaciones y actividades en establecimientos agroturísticos, industria agroalimentaria o proyectos de legalización, entre muchos otros servicios, el equipo multidisciplinar liderado por el ingeniero agrónomo, Toni Roca Martínez, se ha convertido a lo largo de las dos últimas décadas en el artífice que ha conseguido que gran parte de estas iniciativas, pudieran a llegar a buen puerto. Su bagaje, su experiencia y su profundo conocimiento del entorno rústico a nivel normativo, medioambiental o de ingeniería, le han convertido en todo un referente. El despacho da trabajo a seis personas, dos ingenieros agrónomos, dos delineantes proyectistas, una geógrafa y una administrativa. En 2022 facturaron medio millón de euros.

Formado como ingeniero agrónomo, primero en Barcelona y posteriormente en Lleida, Toni Roca abrió despacho propio en 2003. Había iniciado su carrera profesional cinco años antes en el Consell Insular de Menorca, trabajando en la creación de un Plan Especial para una Área Natural de Especial Interés (ANEI). Curiosamente, su proyecto de final de carrera fue el que le abrió las puertas a poder trabajar para la administración pública, ya que había consistido en la redacción una propuesta metodológica para hacer un Plan Especial de una ANEI, cuyo objetivo consistía en cómo regular el problema de los accesos a las playas. «Al acabar la carrera, conseguí una beca del Institut d’Estudis Menorquins y participé en la creación del Observatorio Socio Ambiental de Menorca en su vertiente cartográfica, con los sistemas de información geográfica. Ello hizo que desde el Consell Insular me contrataran para que coordinase a los técnicos que estaban redactando el primer Plan Especial», detalla el fundador y propietario de Abril Consultoría Agroambiental. «Todos aquellos Planes Especiales sirvieron para marcar los criterios con los que se acabaría creando el futuro Plan Territorial Insular que han servido para regular el crecimiento urbanístico de Menorca y en el que también estuve colaborando en su redacción», detalla. «Durante esta época, además, trabajé intensamente en la creación del futuro portal cartográfico de IDE Menorca, que se creaba para facilitar el acceso y uso de la cartografía e información territorial existente sobre la isla», añade. Con este bagaje práctico sobre cartografía e información territorial de Menorca, sumado al conocimiento normativo y medioambiental adquirido dentro de la propia administración, decidió abrir su despacho propio en Maó. Una aventura pensada para dar servicio a toda Balears que inició con Toni Barceló, ingeniero agrónomo que trabajaba en Mallorca y con el que estuvieron colaborando los primeros ocho años.

PROYECTOS. Uno de los primeros trabajos que llevaron a cabo desde el despacho fue la tramitación de numerosos proyectos ganaderos. «Al principio tuve un boom de encargos relacionados con la optimización de la gestión de purines en fincas agrarias, ya que existían unas subvenciones para sus propietarios», explica Toni Roca. En este sentido, uno de los proyectos con los que la consultora agroambiental de Roca tiene una espinita clavada fue un concurso público que ganaron, junto unos arquitectos e ingenieros de La Rioja, para la construcción de un matadero público en Ciutadella. Un proyecto valorado en nueve millones de euros que nunca se llegó a realizar. «Fue un concurso en el que se presentaron once empresas y nosotros obtuvimos la mejor puntuación. Se trataba de un proyecto medioambientalmente impecable, que contaba con una planta de biogás para gestionar los residuos cárnicos y de una depuradora a través de la cual se obtenía un residuo que se aprovechaba como abono. Arquitectónicamente también era modélico y su construcción hubiera resuelto muchos problemas que hoy todavía colean en materia de residuos cárnicos en Menorca. Es una lástima que no se haya querido financiar ni siquiera con la tasa turística», añade.

Desde Abril Consultoría Agroambiental trabajan tanto para administraciones públicas como para propietarios de fincas o particulares que tienen ganas de invertir en la isla. En materia de turismo rural, por ejemplo, su despacho ha contribuido a hacer realidad más de una treintena de nuevos agroturismos y hoteles rurales, así como también el desarrollo de nuevas explotaciones agrícolas relacionadas con el sector vitivinícola u oleícola. «Estamos viendo como poco a poco se está produciendo una transformación del campo de Menorca a través de su diversificación con el nacimiento de nuevas bodegas, de productores de aceite o de carne y verduras ecológicas que no están desplazando a las fincas tradicionales de leche, sino que están contribuyendo a mantener vivo el sector primario con estas nuevas iniciativas», defiende Toni Roca. «Existe una oleada inversora de proyectos nuevos que está invirtiendo en recuperar el patrimonio etnológico de Menorca, recuperando fincas y poniéndolas nuevamente en marcha. Nosotros estamos ayudando a muchos de estos nuevos inversores a través de nuestro despacho, cuya gran mayoría de ellos no tiene un fin especulativo, sino todo lo contrario. Se detecta rápidamente si alguien quiere apostar por la isla o no», explica.

MEDIO AMBIENTE. Desde el despacho de ingeniería de Toni Roca colaboran habitualmente con otros profesionales como ingenieros industriales, arquitectos, paisajistas o abogados para poder confeccionar equipos potentes de trabajo. Fruto de esta colaboración diversa han podido contribuir a llevar a cabo innovaciones como, por ejemplo, en materia de autosuficiencia energética para agroturismos, con la instalación de pozos de geotermia, con los cuales hacen funcionar un techo térmico a través del que producen frío o calor sin necesidad de ningún radiador o de split de aire acondicionado. «Por contacto con la piedra marés, irradiamos frío o calor. Se trata de una innovación en materia de energía renovable que también hemos implantado en otros establecimientos», añade. También en materia agrícola han estado participando estos últimos años de esta nueva corriente llamada agricultura regenerativa, que se está implantando en muchas fincas menorquinas, cuyo fin consiste en mejorar la microbiología del subsuelo con efectos positivos para la propia tierra de labrado. El trabajo de su despacho se concentra sobre todo en Menorca, pero también han realizado proyectos en Mallorca y Eivissa. Veinte años de trabajo dan para mucho.