Francesc Tutzó
Francesc Tutzó

Presidente del Cercle d’Economia de Menorca

Trump y sus consecuencias

TWL

Ya se dijo en su momento que, si Donald Trump era el nuevo inquilino de la Casa Blanca, Europa sufriría. Así es. Desde que Trump está al frente de EE.UU, la Unión Europea y los restantes países pertenecientes a la OTAN saben que el paraguas militar de los Estados Unidos tiene los días contados, porque, para el nuevo presidente de los Estados Unidos, la Alianza Atlántica no tiene hoy razón de ser al haber desparecido hace años la Unión Soviética y desmantelado el Pacto de Varsovia. Lo que le importa a Trump es acabar cuanto antes con la guerra de Ucrania y con la sangría económica que ésta supone, estrechar los lazos económicos con la Rusia de su amigo Putin y evitar que éste caiga en los brazos de Xi Jinping y contribuya a que China se convierta en pocos años en la potencia hegemónica del mundo.

Ante esta eventualidad la UE ha despertado de su zona de confort y aprovechando la buena sintonía con el actual primer ministro británico y líder del Partido Laborista, Keir Starmer, que hace piña con la Unión Europea frente a Putin, ha puesto en marcha a toda prisa un plan Rearme para los próximos cuatro años que va a suponer una inversión de 800.000 millones de euros, de los cuales 650.000 tendrán que aportarlos los países comunitarios.

Como los euros no se reproducen por generación espontánea, en el caso de nuestro país, aumentar el gasto actual en defensa del 1,3 % del PIB, al 2% nos costará 11.655 millones de euros adicionales que deberán financiarse (si no se quiere incrementar la presión fiscal) incrementando deuda pública o reduciendo las prestaciones del Estado de bienestar.

Para los países endeudados del sur, el servicio de la deuda pública actual y la que se vaya generando a futuro, si o si, acabará afectando a las actuales prestaciones sociales (sanidad, educación, dependencia y pensiones) que sufrirán en primera persona las clases más populares de la población. Posiblemente este hecho dará alas al populismo ultraconservador que se está expandiendo en Europa.

Pero los desatinos del trumpismo no acaban aquí. Mariano Guindal, en su artículo del pasado día 16 en el suplemento económico de La Vanguardia, afirma que «los mercados dan por hecho que Estados Unidos entrará en una nueva recesión que arrastrará a la economía mundial. Para muchos, añade, es la consecuencia de la guerra comercial iniciada por Donald Trump con su política arancelaria».

Efectivamente, es muy posible que esta predicción se cumpla habida cuenta el comportamiento de Wall Street de estas semanas. Y digo más, no descartemos que esta recesión acabe al final con una estanflación que, para más inri, la sufrirán mayormente los norteamericanos que le votaron. Tampoco los europeos nos iremos de rositas.
Me gustaría equivocarme.