El transbordador espacial Endeavour y sus seis tripulantes se acoplaron con éxito en la mañana de hoy en la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés) tras casi dos días de viaje al haber despegado de Cabo Cañaveral (Florida, Estados Unidos) el pasado lunes a las 10.14 horas española, según informó hoy la agencia espacial norteamericana.

La nave ha estado dirigida por el último comandante hispano que dirigirá el transbordador norteamericano en uno de sus últimos cinco 'viajes' al espacio, el astronauta de origen colombiano George Zamka. Con estos vuelos la NASA pondrá fin al programa puesto en marcha hace casi 40 años.

De momento no hay vehiculos espaciales que sustituyan a estos transbordadores norteamericanos, que comenzaron a volar en 1981. De esta forma, en el futuro pagará a Rusia para que transporte sus módulos y tripulantes en las naves Soyuz.

En concreto, se trata de la misión 'STS-130' y tendrá una duración total de 13 días. Entre sus principales tareas Endeavour transportó hasta la ISS un módulo de conexión y una cúpula de ventanas. Según explica la ESA, estos elementos de conexión y de construcción europea, el 'Node 3' o 'Tranquility' y la cúpula facilitarán la habitabilidad y la producción científica de los seis tripulantes de la plataforma orbital.

Así, el 'Node-3' se conectará con la cúpula, en ocasiones servirá de alojamiento a la tripulación, y también lo hará con el ya instalado 'Node-1'. 'Cupola', por su parte, será una «habitación orbital» de siete ventanas desde donde podrá operarse el brazo robótico 'Canadarm 2' y que además ofrecerá una visión panorámica del espacio, para velar por la seguridad del complejo.

Además, esta nueva extensión de la Estación Espacial albergará un sistema para reciclar las aguas residuales de la tripulación, que se encargará igualmente de depurar el aire y generará oxígeno para respirar dentro de la plataforma.

Ambos aparatos han sido lanzados junto con el satélite 'Cryosat', en la primera misión espacial de 2010. Este satélite liderará la 'misión de hielo' que emprenderá la agencia europea durante este curso, con el objetivo de controlar de forma precisa los cambios en el espesor del hielo marino que flota en los océanos polares y las variaciones en el espesor de las capas de hielo que cubren Groenlandia y la Antártida.