Una serie de atentados sembró ayer el pánico en Bagdad, con doce muertos y medio centenar de heridos, durante la votación de policías, soldados y pacientes de hospitales en un anticipo de las elecciones parlamentarias de este domingo.
Ha sido el estallido de violencia más grave que vive la capital iraquí en las fechas previas de los comicios, a pesar de los numerosos controles de seguridad y detectores de bombas que se encuentran en todos los puntos de la ciudad.
Las tres explosiones en distintos puntos de Bagdad, cerca del mediodía, estaban dirigidas contra los agentes y soldados que esperaban para votar o se dirigían a hacerlo, según fuentes del Ministerio del Interior.
Ayer votaban en 450 centros electorales especiales cerca de 850.000 personas, la mayoría agentes y soldados. Algunas urnas fueron llevadas a los hospitales para que pudieran emitir su sufragio los pacientes.
El atentado más grave, el primero de la serie, fue perpetrado cerca de un colegio electoral del barrio de Al Huriya, en el noroeste de Bagdad, donde esperaban para emitir su sufragio militares y policías.
Víctimas civiles
Las fuentes dijeron que la mayoría de las víctimas, cinco muertos y veinte heridos, eran civiles.
En cambio, en el centro de Bagdad, en el barrio de Bab al Muazan, los cuatro muertos y diez heridos eran soldados que estaban votando y que fueron víctimas de la última de las tres explosiones registradas hoy.
Las fuentes explicaron que, en este caso, un suicida detonó el cinturón de explosivos que llevaba adosado al cuerpo cerca del grupo de militares que votaban en el colegio secundario de Al Garbiya.
En un ataque distinto, otro suicida detonó los explosivos que llevaba adosados al cuerpo al paso de un autobús del Ejército iraquí, en el barrio de Al Mansur, lo que causó la muerte de tres personas y heridas a otras quince.
En este caso las fuentes no indicaron si las víctimas eran civiles o militares.