La gobernadora de Arizona, Jan Brewer, promulgó el viernes la ley sobre inmigración más dura de Estados Unidos, la cual fue calificada por el presidente Barack Obama como un esfuerzo «equivocado» que destaca la necesidad de una reforma nacional.
La policía del estado fronterizo con México podrá a partir de ahora comprobar si un extranjero está de forma ilegal en el país si existen «sospechas razonables», lo que según críticos de la ley abre la puerta para diferenciar a las personas por sus perfiles raciales.
La inmigración es un tema que ha estado sujeto a amargos debates en Estados Unidos, donde unos 10,8 millones de inmigrantes ilegales viven y trabajan en las sombras. La mayoría pertenece a América Latina, con unos 6,7 millones de México y 1,33 millones de naciones centroamericanas como El Salvador, Guatemala y Honduras. Sin embargo, hasta hace poco, el tema estuvo eclipsado a nivel nacional por otras cuestiones como las reformas al sistema de salud y al sector financiero, lo que ha enojado a los simpatizantes latinos de Obama.
Oposición
Varios miles de personas se reunieron en las afueras del capitolio del estado en Phoenix de cara al anuncio de la gobernadora, la mayoría de ellos opositores con carteles con las leyendas «Somos Humanos» y «Ya basta».
Se espera que la ley -aprobada esta semana por el Senado, controlado por republicanos, y promulgada por Brewer, una republicana también- genere un desafío legal y ya se ha convertido en un tema polémico en la carrera por las elecciones legislativas de noviembre en Estados Unidos.
«Si permanecemos sin actuar a un nivel federal, seguiremos viendo esfuerzos equivocados en todo el país», dijo Obama en una ceremonia de juramentación de nuevos ciudadanos estadounidenses.
Obama apoya un sistema que permita a los inmigrantes indocumentados con buenos antecedentes pagar una multa, aprender inglés y convertirse en ciudadanos, además de aumentar la seguridad fronteriza y tomar duras medidas contra quienes contraten a trabajadores ilegales.
Brewer indicó que la nueva ley fortalecía a Arizona y mantendría al estado a salvo de los cárteles del narcotráfico y de otras amenazas. que provienen de la vecina México.