La agencia Moody's cree que por primera vez no resulta absurdo poner sobre la mesa el fin de la moneda única ante el desbordamiento de la crisis, aunque matiza que el proyecto del euro no está acabado. Pierre Cailleteau, director del área de Deuda Soberana, cree que es preciso abordar reformas, como por ejemplo en el ámbito fiscal, que se planteaban para dentro de 15 o 20 años. Cailleteau ha explicado que actualmente la zona euro se encuentra en una fase avanzada de la crisis soberana, tras haber atravesado una crisis financiera en primer lugar y una crisis económica a continuación.
En conjunto, ha calificado de «ineficaz» la gestión de la crisis, ya que aunque «no estamos peor que otras zonas», sí se ha pecado de una falta de discriminación del riesgo, por lo que se ha pasado sin transición de la exuberancia al pánico. Según Cailleteau, se han resucitado todas las cuestiones que plantearon hace 10 años los euroescépticos, tales como que sin un respaldo político fuerte no es posible una divisa fuerte, o que sencillamente el euro no es una divisa óptima.
Compromiso político
Por su parte, el presidente de la Reserva Federal de EEUU (Fed), Ben Bernanke, destacó el compromiso de los políticos europeos para evitar la quiebra de Grecia o de cualquier otro miembro.
En este sentido, se refirió al reciente plan de rescate, «un montón de dinero suficiente para cubrir las necesidades de Grecia, Portugal y España durante varios años». No obstante, Bernanke apuntó que «falta trabajo por hacer», por lo que reconoció la posibilidad de que sea necesario más dinero.