Imagen de la ceremonia del relevo del jefe de las tropas de EEUU en Irak. | SAAD SHALASH

El Ejército de EEUU abrió otra etapa de su presencia en Irak con la operación «Nuevo Amanecer», inaugurada ayer en un acto en Bagdad en el que el vicepresidente estadounidense, Joseph Biden, declaró el fin oficial de la misión de combate.

Con la nueva misión que comenzó ayer también hubo un cambio en el mando militar estadounidense, que se materializó en la ceremonia con el relevo del hasta ahora jefe del Ejército de EEUU en Irak, general Ray Odierno, por el general Lloyd Austin. Al acto también asistió el secretario de Defensa, Robert Gates.

Adiestramiento

Austin estará a la cabeza de los menos de 50.000 uniformados estadounidenses que quedan en Irak y que se dedicarán a tareas de adiestramiento y formación hasta su repliegue, a finales de 2011, de acuerdo con el pacto de seguridad firmado entre ambos países en diciembre de 2008.

Biden matizó que la ceremonia de hoy- ayer- «no sólo supone un cambio de mando, sino el comienzo de un nuevo capítulo en las relaciones con Irak».

«Nuestro objetivo no es sólo lograr la seguridad de Irak y su prosperidad económica y estabilidad, sino que esperamos desarrollar los lazos comerciales, culturales y educativos», afirmó Biden.

Por su parte, el nuevo comandante en jefe del Ejército estadounidense en Irak instó a las Fuerzas Armadas y la Policía iraquíes a que tomen las riendas para proporcionar seguridad.

«El desarrollo de las fuerzas de seguridad iraquíes ha sido significativo y les encomiendo que tomen el mando y proporcionen seguridad», dijo Austin en su intervención.

«Nos centraremos más en los esfuerzos llevados a cabo por civiles, pero nuestro compromiso con Irak no cambiará», aseguró el militar.