El fundador de Wikileaks, el australiano Julian Assange, defendió ayer en Londres la publicación de 391.000 documentos secretos sobre la guerra de Irak y dijo que se trata sólo de «esclarecer la verdad» de lo ocurrido durante el conflicto. Assange recordó el dicho de que «la primera víctima de una guerra es la verdad» y dijo que los ataques contra la verdad comienzan antes de una guerra, continúan durante el conflicto armado y persisten, como ha ocurrido en el caso de Irak, hasta mucho después.

En la conferencia de prensa, celebrada en un hotel londinense, participaron también dirigentes de otras organizaciones estadounidenses y británicas como el Center for Investigative Journalism, Public Interest Lawyers o la ONG Iraq Body Count. El representante de Irak Body Count agradeció la labor de los medios de comunicación, sin los cuales, dijo, no se sabría nada de lo ocurrido en Irak.

Explicó que el Ejército estadounidense había llevado secretamente un detallado registro de las muertes causadas por sus soldados o de las que éstos habían sido testigos. «Es un error que no tiene justificación mantener esos datos en secreto», como ha hecho Washington, dijo el directivo de esa ONG británica. Además, denunció que EEUU trata de procesar a sus colaboradores.

Por primera vez se conocen además los nombres de muchas de esas víctimas y «cada uno de ellos cuenta una historia de sufrimiento humano y de muerte», dijo el representante de Iraq Body Count, según el cual «no podrá cerrarse el capítulo de ninguna guerra hasta que se reconozca hasta la última víctima» y las «circunstancias de su muerte».