Marinos surcoreanos abordan un camión en la isla de Yeonpyeong, atacada por su vecino del norte en noviembre. | Efe

El Consejo de Seguridad de la ONU debatió ayer en una reunión de urgencia, celebrada a petición de Rusia, la escalada de la tensión en la península de Corea, donde el Norte ha aumentado su estado de alerta y el Sur prepara nuevas maniobras militares.

Los Quince países que integran el máximo órgano de decisiones de Naciones Unidas comenzaron su reunión porque «Rusia teme que haya un agravamiento de las tensiones», dijeron fuentes diplomáticas.

Sin embargo, el encuentro fue interrumpido tras dos horas y media de conversaciones -en las que no se llegó a ningún acuerdo- para que los delegados pudieran tomar contacto con sus respectivos gobiernos. La idea de la sesión era acordar una declaración conjunta sobre el tema, para lo cual se necesita la aprobación de todos ellos, que de momento se muestran divididos. Según círculos diplomáticos, el Consejo de Seguridad podría instar a las dos Coreas a la contención y a la calma.

El conflicto se recrudeció tras el ataque de artillería por parte de Corea del Norte contra la isla surcoreana de Yeonpyeong el 23 de noviembre, que dejó cuatro muertos. Corea del Sur tiene intención de realizar en los próximos días ejercicios de artillería en la isla, situada cerca de la frontera marítima intercoreana en el Mar Amarillo. En respuesta, Corea del Norte avirtió que respondería «sin piedad» a la maniobra, en caso de que su vecino del sur invada sus aguas soberanas.

El embajador de Rusia ante la ONU, Vitaly Churkin, envió el sábado una carta a la presidencia de este órgano de la ONU, que este mes preside Estados Unidos, solicitando esa reunión de urgencia, en la que señalaba que «el Consejo de Seguridad tiene que enviar una señal restrictiva a las dos Coreas».