Cementerio en Misrata donde han sido enterrados los progadafistas muertos en la guerra civil. | Reuters

El coronel Muamar al Gadafi, muerto a manos de los rebeldes en su ciudad natal, Sirte, el pasado 20 de octubre, fue enterrado ayer en secreto en las arenas del desierto libio, para evitar que su tumba se convierta en lugar de peregrinación.
Así, lo confirmó una fuente del Consejo Militar de la máxima autoridad rebelde Saada Abu Shiha, que aseguró que «hoy ha sido el entierro en un lugar del desierto».

«Deberían haberlo arrojado al mar para que se lo comieran los peces, ahora sólo espero que en el desierto se lo coman los perros», con estas palabras reaccionaba en la plaza de los Mártires de Trípoli, Yusef Tarhuni, un parado libio que prefiere que lo llamen un «trabajador libre».

Excesos

Sin embargo, aunque la mayoría de los testimonios recogidos en la calle apuntan hacia la misma dirección, algunas voces consideran excesivo el trato que se le ha dado a su cadáver.

«No está bien, se lo tenían que haber entregado a su familia para que lo enterrara, al final era una persona, ¿cómo lo han podido enterrar en el desierto?», dijo Ahlam Hasan en la plaza de los Mártires.

Gadafi pidió en su testamento que se le enterrara «con las ropas de su muerte» en su ciudad natal, Sirte, y que su familia, «en especial las mujeres y los niños», fuera tratada con corrección. Asimismo, aseguró en su última voluntad que rechazó «por honor y por deber» las «numerosas ofertas» para cesar su lucha de «resistencia» contra «los agresores extranjeros», según el documento aparecido este pasado domingo en la web del fallecido autócrata y recogido por el diario británico ‘The Guardian'.

Por otra parte, el consejo Nacional de Transición (CNT, gobierno provisional de Libia) pidió a la OTAN que extienda su misión militar en el país «al menos un mes más». «Pido a la OTAN que siga al menos un mes más», declaró en Bengasi el ministro de Petróleo y Finanzas y jefe del Consejo de Seguridad, Ali Tarhouni.

La solicitud se produce cuando se espera que los países de la OTAN confirmen hoy la decisión de poner fin a su participación en la guerra el próximo día 31. Los embajadores de la Alianza formalizarán la medida que adoptó de forma preliminar el pasado viernes el Consejo del Atlántico Norte.