El Senado italiano aprobó ayer la ley de presupuestos para 2012, que incluye las reformas económicas exigidas por la UE al Ejecutivo de Italia, tras cuya ratificación definitiva por la Cámara de Diputados está previsto que dimita el primer ministro del país, Silvio Berlusconi.

El documento fue aprobado gracias al apoyo de la mayoría en el Gobierno, mientras la principal fuerza política de la oposición, el Partido Demócrata (PD), y el grupo centrista Tercer Polo no votaron. En contra del texto se manifestó la formación progresista Italia de los Valores (IDV), del exmagistrado Antonio Di Pietro.

Ovación

El proyecto de ley salió adelante con 156 votos a favor y 12 en contra y contó con el voto del que se perfila como sustituto de Berlusconi, el flamante senador vitalicio y excomisario europeo Mario Monti, quien fue largamente aplaudido al entrar en el hemiciclo.

El texto pasará ahora a la Cámara de los Diputados, donde, tras un breve debate, se espera que sea ratificado de forma definitiva hoy, sábado.

Las reformas incluyen, entre otras medidas, la venta de terrenos agrícolas e inmuebles públicos, el retraso de la edad de jubilación a los 67 años en 2026, la liberalización de servicios públicos y la desgravación contributiva del cien por cien a los empresarios que contraten jóvenes.

Una vez aprobada la ley, está previsto que Berlusconi presente su dimisión al jefe del Estado italiano, Giorgio Napolitano.

La opción más plausible para la era post-Berlusconi es la formación de un Gobierno técnico con una personalidad al frente que ponga de acuerdo a todas las fuerzas políticas para sacar a Italia del marasmo económico en que se encuentra.

Y para liderar ese Gobierno técnico se ha optado por el economista y excomisario europeo Mario Monti, de 68 años, quien concita el consenso entre las fuerzas parlamentarias.

Monti también cuenta con las simpatías de la patronal italiana, como indicó ayer su presidenta, Emma Marcegaglia, quien destacó «la gran capacidad» y «el coraje» del economista, con el que, dijo, está de acuerdo en todo «y lo estaremos, aunque esto signifique el descontento de algunos».

Asimismo, Berlusconi ha decidido apoyar al Gobierno de Monti porque, tal y como aseguró a sus allegados, «no podemos ir contra los mercados».