El Tesoro italiano logró colocar ayer 10.000 millones de euros en bonos a seis meses y dos años, aunque para ello tuvo que duplicar los intereses ofrecidos en anteriores subastas hasta alcanzar niveles récord desde la entrada del euro.

El rendimiento de los bonos del tipo BOT a seis meses, de los que se vendieron 8.000 millones de euros, llegó a los 6,504 % respecto a los 3,535 % de la subasta del pasado mes de octubre.

También se colocaron 2.000 millones de euros en títulos del tipo CTZ a dos años, con un interés del 7,814 % frente al 4,628 % de la última subasta.

Pero además de la fuerte subida de los intereses de los títulos de Estado italianos, los analistas también destacaron que, a pesar de que se colocaron todos los bonos ofrecidos, la demanda fue inferior a la de otras subastas.

Respecto a los bonos del tipo BOT a seis meses hubo una demanda de 11.734 millones de euros, mientras que la de los CTZ a dos años fue de 3.188 millones.

Tras la subasta, la prima de riesgo italiana, el diferencial entre sus bonos a diez años y los alemanes del mismo plazo, que abrió con una tendencia al alza siguió subiendo y se situó en 511 puntos básicos, mientras que el rendimiento de los títulos decenales alcanzó el 7,33 %.

¿Efecto Monti?

La Bolsa de Milán tampoco reaccionó bien a la subasta y, a pesar de que había abierto al alza (0,33 %), tras la subasta de media mañana cambió de signo y a las 12:30 (11.30 GMT) su selectivo, FTSE MIB, cedía ya un 1,83 %.

La subasta de ayer era particularmente importante al ser la primera del Tesoro italiano desde la elección el pasado 12 de noviembre por parte del Jefe del Estado, Giorgio Napolitano, del tecnócrata Mario Monti para ser presidente del Gobierno tras la dimisión de Silvio Berlusconi.

Pero el llamado «efecto Monti» que se esperaba en Italia no acaba de llegar y la situación económica del país sigue sin mejorar.

Mientras tanto, Monti continúa su campaña para devolver la credibilidad a Italia, como él mismo la ha definido, y después de la reunión mantenida ayer en Estrasburgo con la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolás Sarkozy, se reunió con los comisarios europeos de Mercado Interior, Michel Barnier, y de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn.