Monti, explicando las medidas a los medios extranjeros. | TONY GENTILE

El primer ministro italiano, Mario Monti, presentó ayer ante el Parlamento el plan de ajuste presupuestario de 30.000 millones de euros que aprobó su Gobierno este domingo y que contiene, como reconoció, «fuertes sacrificios» que pretenden evitar que Italia caiga en el «abismo».

Ese primer plan de reformas se asientan, sobre todo, en cambios en el sistema de pensiones y el aumento o la aplicación de nuevos impuestos.

Monti aseguró que no pretende ni pretenderá nunca minimizar la entidad de los ajustes de su plan, pues, dijo, se trata de «fuertes sacrificios», pero indicó que son necesarios ya no solo para sentar las bases del futuro crecimiento económico del país, sino también para contribuir a la supervivencia del euro.

«Fuera del euro y de la casa común de la Unión Europea (UE) solo queda el abismo, la pobreza y el estancamiento, la caída de las rentas, el aislamiento y, sobre todo, la ausencia de futuro para el país y las jóvenes generaciones. No hay alternativa», incidió Monti.

Futuro

«Los sacrificios de hoy nos dan la esperanza de poder construir en el futuro las bases de un periodo de crecimiento (...). Las intervenciones pretenden devolver a Italia la dignidad de uno de los países fundadores de la Comunidad Europea», agregó.

Entre los principales puntos se encuentra el incremento del IVA en dos puntos, hasta el 23%, a partir de septiembre de 2012, y el aumento de la edad mínima para jubilarse y los años mínimos de cotización para acceder a las pensiones.