Mujeres con implantes de silicona, de uso no humano, manufacturados por la empresa francesa PIP. | Reuters

La agencia policial internacional, Interpol, ha emitido una «alerta roja» para detener al fabricante de los implantes mamarios de silicona defectuosos por atentar contra «la vida y la salud». En concreto, la orden de arresto ha sido ordenada por Costa Rica.

En la web de la Interpol, le identifican como el fundador de la empresa extinta Poly Implant Prothese (PIP), Jean-Claude Mas Florent, de 72 años y natural de Tarbuse (Francia). El paradero de Mas Florent se desconoce tras el estallido de este escándalo de dimesiones mundiales.

PIP fue fundada en 1991 y en 2010 cerró a raíz de que sus implantes fueran retirados del mercado.

Precauciones

El Gobierno francés ha recomendado que aquellas mujeres que lleven estas prótesis mamarias acudan a sus cirujanos y se los retiren como medida de precaución. Más del 90 por ciento de las prótesis mamarias fueron vendidas a países latinoamericanos y europeos.

De hecho, PIP llegó a ser la tercera mayor empresa productora del sector y ha vendido alrededor de 300.000 implantes mamarios a más de 60 países. Las irregularidades detectadas en dichos implantes residen en su composición anómala, si bien las autoridades francesas y expertos sanitarios han reiterado que no existen aparentes riesgos de que aumente las probabilidades de contraer cáncer. No obstante, se han manifestado inusuales altos índices de desgarros y reventones.
La figura de Mas Florent está rodeada de misterio. Fue interrogado por la Policía en noviembre 2010, pero fue liberado sin cargos. Asimismo, la fábrica donde operaba PIP, situada en el extrarradio de la ciudad de Toulon, en el sur de Francia, continúa siendo propiedad del socio principal de Mas Florent.

El cirujano plástico asentado en París Patrick Baraf ha afirmado que conoció a Mas Florent en 1981 pero ha reconocido que nunca quiso utilizar sus implantes mamarios debido a su bajo precio.