Mitt Romney, ayer en Clive, Iowa, durante el último mitin previo a las primarias republicanas. | BRIAN SNYDER

Los aspirantes republicanos a la candidatura presidencial para las elecciones de noviembre apuraban ayer las últimas horas antes de los 'caucus' de Iowa, en la primera prueba que medirá sus posibilidades como candidatos.

Durante varios meses los siete aspirantes han tratado de convencer de sus virtudes a los votantes en mítines, encuentros en público y debates en los que algunos han mostrado su desenvoltura y otros han desvelado sus carencias, algo que les ha pasado factura.

El ex gobernador de Massachusetts Mitt Romney, que parte como favorito, ha tenido una campaña «muy estable», declaró el profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Estatal de Iowa Steffen Schmidt, y se ha mantenido en las encuestas en el mismo lugar, con un apoyo en torno al 25%, con el que lidera la intención de voto.

Rival directo

En opinión de Schmidt, el exsenador por Pensilvania Rick Santorum, que ha resurgido en las encuestas los últimos días, «puede ser segundo e incluso proclamarse ganador» porque ha estado «más de dos meses sin salir del estado viajando a los 99 condados de Iowa, tratando de conectar con los militantes».

La experiencia demuestra que hay candidatos que ganan en Iowa pero luego no pueden mantenerse en el resto de EEUU, sin embargo, en el caso de Santorum, el proceso «no terminará en Iowa», afirmó Schmidt.

Sobre el expresidente de la Cámara de Representantes Newt Gingrich, que llegó a encabezar las encuestas y ha ido bajando, el profesor universitario dijo que «puede seguir en una posición bastante fuerte en Florida y Carolina del Sur».

En cuanto al gobernador de Texas, Rick Perry, recordó que todavía «tiene 15 millones de dólares para gastar en su campaña», y consideró que en Carolina del Sur y en Florida tendrá éxito y llegará al supermartes (6 de marzo, el día en que se celebrará la mayoría de las primarias).

«La realidad es que ha habido candidatos que han hecho buenas campañas pero la exposición pública de sus problemas personales les hizo caer», como le sucedió al empresario Herman Cain, que se retiró tras acusaciones de acoso sexual, «pero luego resurgieron otros», afirmó Schmidt.