Cientos de personas se congregaron ayer en las ciudades de Hasaka y Qamishli y Deraa para denunciar el atentado terrorista que el viernes se cobró la vida de 26 personas en el barrio de Midan, en Damasco, según informa la agencia oficial de noticias siria, SANA.

Los participantes en la manifestación denunciaron la «injerencia extranjera» en los asuntos internos del país y reafirmaron su apoyo a «una toma de decisiones independiente» sin intervención externa.

En el atentado del viernes, el tercero de este tipo que se produce en la capital en las últimas dos semanas, perdieron la vida 26 personas, aunque quince cadáveres no han podido ser identificados porque han quedado «destrozados por la explosión». Además, 63 personas resultaron heridas.

Acusaciones

Previamente, la televisión estatal siria había atribuido a un terrorista suicida la explosión que sacudió el viernes el barrio de Maidan, en el centro de Damasco, pero la confusión y el cruce de acusaciones continúa entre el régimen y los opositores a Al Asad, que ven en el atentado la firma del Gobierno.

Ayer se procedió a enterrar los restos mortales de los fallecidos en el atentado. El funeral por las víctimas, envueltas en la bandera siria, se desarrolló en la mezquita de Al Hasan.