La Liga Árabe decidió ayer suspender la misión de sus observadores en Siria debido al deterioro de la seguridad en el país, donde en los últimos tres días la represión del régimen de Damasco causó más de 160 muertos, según la oposición.

El secretario general del organismo, Nabil al Arabi, explicó en un comunicado que la suspensión es inmediata y que estará en vigor al menos hasta la próxima reunión de los ministros de Exteriores árabes, para la que no se ha fijado fecha.

En esa reunión, los jefes de la diplomacia de los países de la Liga Árabe decidirán sobre el futuro de la misión, que se desplegó en Siria hace más de un mes para verificar sobre el terreno el final de la violencia, la liberación de los detenidos durante la revuelta y la retirada de las tropas de las calles.

Al Arabi señaló que la medida obedece al «deterioro peligroso de la situación en Siria y a la continuación del uso de la violencia y del intercambio de disparos y bombardeos que tienen como víctimas a los ciudadanos inocentes».

Según la nota, el aumento del número de víctimas y el uso de las fuerzas de seguridad para reprimir a los civiles contradicen los compromisos que había adoptado Damasco con la Liga Árabe.

Extrañeza

El régimen sirio de Bachar al Asad expresó su extrañeza por la medida, después de haber aceptado esta semana prorrogar el trabajo de la misión un mes más, y consideró que va a animar «a los grupos armados a aumentar la violencia que ejercen contra los ciudadanos».

Una fuente oficial sin identificar, citada por la agencia de noticias estatal SANA, aseguró que la medida trata de «influir negativamente» antes de la reunión prevista el próximo martes entre la Liga Árabe y el Consejo de Seguridad de la ONU.
Según la fuente, con la suspensión del trabajo de los observadores se intenta justificar «la injerencia extranjera en los asuntos internos del país», en alusión a la intervención de países no árabes en la solución de la crisis.

Mientras, para el Consejo Nacional Sirio (CNS), que agrupa a la mayoría de la oposición en el exilio, esta decisión es una prueba del fracaso de los observadores y de la mediación de la Liga Árabe.