El presidente francés y candidato a la reelección por la UMP, Nicolas Sarkozy, durante un acto de campaña. | CHRISTOPHE KARABA

La crisis financiera, las estrategias para cumplir con los objetivos económicos de Francia y la situación de la vecina España dominan la campaña de los candidatos presidenciales galos.

La jornada de ayer comenzó con una nueva alusión del presidente francés y candidato a la reelección, Nicolas Sarkozy, que defendió las reformas económicas aplicadas durante su mandato y afirmó que sin ellas Francia estaría como España y Grecia.

En una mención al país vecino que se ha convertido ya casi en cotidiana en la estrategia electoral de Sarkozy, el presidente afirmó que «en España han tenido que bajar las pensiones, han tenido que bajar los sueldos en la administración pública, el paro ha aumentado en un 225 %, mientras en Francia ha crecido un 17 %».

Bola de nieve

A la bola de nieve que el propio Sarkozy puso en movimiento la semana pasada con sus alusiones a España le agregaron copos propios otros candidatos a los comicios presidenciales, cuya primera vuelta se celebra dentro de once días.

El centrista François Bayrou (MoDem) advirtió de que la «situación española» corre el riesgo de llegar a Francia «en unas semanas» y responsabilizó tanto a Sarkozy, por su política «irreal», como al contrincante socialista, François Hollande, cuyo proyecto económico calificó de «financieramente insostenible».

La víspera, la candidata ultraderechista del Frente Nacional (FN), Marine Le Pen, propuso a España abandonar el euro como manera de evitar la «imposición» de medidas de rescate similares a las que ha tenido que asumir Grecia.