Manifestación celebrada el pasado martes en Atenas contra la creación de 30 centros de detención para 'ilegales'. | ORESTIS PANAGIOTOU

Los turistas alemanes son escasos en Grecia en estos días, ya que están asustados por los informes de sentimientos antigermánicos en algunos sitios, temerosos de quedar atrapados por las huelgas y las imágenes de televisión de furiosos disturbios en contra de los planes de austeridad.

¿Quién en su sano juicio, después de todo, querría ir de vacaciones a un lugar donde lo podrían llamar nazi?

15% del PIB

La escasez de alemanes es especialmente notable en los puntos turísticos como Corinto, una encantadora y antigua ciudad situada a 80 kilómetros al oeste de Atenas.

Debido a que el turismo aporta un 15 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de Grecia y a que los alemanes son el mayor grupo de visitantes, su ausencia está causando dolor.

Una caída en las reservas turísticas desde Alemania puede dar lugar a un retroceso de un 5,0 por ciento en el total de ingresos del turismo en el 2012, indicó el jefe de la Greek Tourism Enterprises, Andreas Andreadis. «Los alemanes no están viniendo aquí este año pero no hay razón para que estén asustados», dijo Nicki Nastouli, que trabaja en una tienda para turistas y en un restaurante cerca del borde del Canal del Corinto.

«No van a venir debido a los problemas. Pero nosotros no tenemos un problema con el pueblo alemán, sólo con su Gobierno», agregó.

Y qué problema. Los manifestantes en los disturbios en Atenas han quemado banderas alemanas y han acarreado una efigie de la canciller alemana, Angela Merkel, en un uniforme nazi.

Las caricaturas de los periódicos griegos representan a Merkel y al ministro de Finanzas Wolfgang Schaeuble como guardias en campos de concentración con griegos en su interior.

«Merkel y su Gobierno quieren cambiar la forma de vida de los griegos», dijo Marina Metsopoulos, de 43 años, una camarera en un café de Corinto no tan ocupado.