Antonis Samarás, líder de Nueva Democracia y ganador de los comicios, junto a Venizelos, del socialdemócrata Pasok. | ALKIS KONSTANTINIDIS

Dos elecciones y más de un mes después, los conservadores esperan cerrar lo antes posible un periodo de incertidumbre política en Grecia y sellar mañana martes un acuerdo de gobierno de coalición, después de recibir ayer el mandato para formar un Ejecutivo.

«El país no tiene un plazo de ingobernabilidad ni siquiera de una hora», urgió el presidente griego, Karolos Papulias, al vencedor de las legislativas del domingo, el conservador Andonis Samarás.

El partido de Samarás, Nueva Democracia (ND), logró en los comicios del domingo el 29,66% de los votos y 129 diputados en el Parlamento, por lo que le hace falta encontrar un socio de coalición que le permita alcanzar al menos los 151 escaños de la mayoría absoluta.

Los segundos en las elecciones, la izquierda radical de Syriza, con el 26,89% de los votos y 71 escaños, ya han avisado de que permanecerán en la oposición.

Por ello, el principal socio que se perfila para lograr un pacto de Gobierno es el socialdemócrata Pasok, liderado por Evangelos Venizelos y que el domingo consiguió el 12,28% de los votos y 33 escaños.

Plazos

El mandato del presidente tiene una duración de tres días, dentro de los cuales Samarás debe presentar al jefe del Estado una propuesta de Gobierno con el apoyo que le hayan garantizado las restantes formaciones.

Venizelos, por su parte, manifestó su intención de que las negociaciones no se prolonguen demasiado y «mañana la tarde» se hayan concluido, a más tardar.

«Samarás y yo hemos acordado que el país necesita Gobierno inmediatamente. (...) Está claro que tenemos que dar una imagen seria tanto en el interior como en el exterior», afirmó Venizelos.

Con todo, hizo patente su decepción por que Syriza se niegue a entrar en el Ejecutivo, sabiendo que su partido, que ha perdido a dos tercios de los electores, sufrirá un gran desgaste con la acción de gobierno.