Silvio Berlusconi, comiendo una pizza en Milán junto a Francesca Pascale. | STEFANO PORTA

Las declaraciones cruzadas de ayer entre el primer ministro de Italia, Mario Monti, y de su antecesor en el cargo, Silvio Berlusconi, se perfilan como el pistoletazo de salida de una fuerte campaña electoral, a pesar de que hay que esperar a febrero para que se celebren las elecciones generales de 2013.

Italia parece haber empezado una intensa campaña electoral, después de que Monti anunciase el sábado pasado que presentaría su dimisión tras la aprobación de los Presupuestos, lo que adelantará un mes las elecciones generales, que estaban previstas para mediados de marzo.

Berlusconi, que ya ha anunciado que se presenta como candidato, aseguró que la prima de riesgo es «una estafa» y que «no importa a nadie», durante una intervención telefónica en un programa televisivo del «Canale Cinque».

La prima

«A quién le importa los intereses que se pagan a los inversores que compran nuestra deuda respecto a los que pagan los inversores por la deuda alemana», dijo Berlusconi, quien añadió que «sólo se ha usado para intentar derrotar a una mayoría votada por los italianos».

Su intervención volvió a servir para atacar al Gobierno de Monti, al reiterar que ha seguido «la política germanocentrista que Europa ha intentado imponer a Italia y al resto de Estados».

Según «Il Cavaliere», el Ejecutivo tecnócrata que llegó en noviembre del 2011 ha supuesto una crisis aún peor en la que se encontraba el país cuando él estaba en el Gobierno ya que todos los indicadores económicos han empeorado.