Nicolás Maduro, durante una entrevista para Telesur en La Habana. | HANDOUT

El presidente boliviano, Evo Morales, aseguró ayer que la salud de su homólogo venezolano, Hugo Chávez, «es muy preocupante» tras haberse sometido en Cuba a una operación para acabar con el cáncer que padece desde hace año y medio.

«La situación del hermano presidente es muy preocupante, ojalá pronto podamos ver (que nos) acompaña, pero es muy preocupante», señaló Morales en una rueda de prensa en Bolivia tras ser preguntado por la situación de Chávez.

El presidente boliviano explicó que ha hablado por teléfono con la familia de Chávez, aunque no ha mantenido ninguna conversación con Maduro. «Ojalá nuestras oraciones, nuestros ritos puedan ser efectivos para salvar la vida del hermano presidente Chávez», añadió.

Sin embargo, el vicepresidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo ayer desde La Habana que Chávez le había apretado la mano con «una fuerza gigantesca» al responder a un saludo y durante la conversación que sostuvieron.

El vicepresidente aseguró que el mandatario «está consciente absolutamente de lo complejo del estado postoperatorio» por el que está pasando.

Asimismo, comentó que Chávez le pidió «expresamente» que mantuviera al pueblo informado «siempre con la verdad, por dura que ella fuera», y aseguró que el Gobierno ha cumplido con esta orden desde el día de la intervención quirúrgica.

Por su parte, la oposición venezolana exigió ayer al Gobierno nacional «toda la verdad» sobre la situación del presidente del país.

«Nuestra exigencia de que se diga la verdad es elemental y se debe a que cuando el enfermo es un jefe de Estado que acaba de ser reelegido para un nuevo mandato hay implicaciones que afectan a toda la nación», dicen.