El Papa Benedicto XVI abandonará el Pontificado el próximo 28 de febrero, según un comunicado difundido por Radio Vaticana. «Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que mis fuerzas, debido a mi avanzada edad, no se adecuan por más tiempo al ejercicio de mi Ministerio», ha anunciado ante el consistorio para la canonización de los mártires de Otranto.

«Con total libertad declaro que renuncio al ministerio de Obispo de Roma y Sucesor de Pedro, que me fue confiado por medio de los Cardenales el 19 de abril de 2005», ha añadido el Pontífice, según el comunicado.

El Papa ha indicado al comenzar el consistorio que lo convocaba no solo por las tres causas de canonización, que se realizará el domingo 12 de mayo de 2013, sino también para comunicar «una decisión de gran importancia para la vida de la Iglesia».

«En el mundo de hoy, sujeto a rápidas transformaciones y sacudido por cuestiones de gran relieve para la vida de la fe, para gobernar la barca de san Pedro y anunciar el Evangelio, es necesario también el vigor tanto del cuerpo como del espíritu, vigor que, en los últimos meses, ha disminuido en mí de tal forma que he de reconocer mi incapacidad para ejercer bien el ministerio que me fue encomendado», ha precisado.

El Pontífice ha indicado que, desde el 28 de febrero de 2013 a las 20.00 horas, la sede de Roma, la sede de San Pedro, quedará vacante y deberá ser convocado, por medio de quien tiene competencias, el cónclave para la elección del nuevo Sumo Pontífice.

Finalmente, el Papa ha dado las gracias «de corazón» por todo «el amor y el trabajo» a quienes han llevado junto a él el peso de su ministerio, y también ha pedido «perdón» por todos sus «defectos». «Por lo que a mi respecta, también en el futuro, quisiera servir de todo corazón a la Santa Iglesia de Dios con una vida dedicada a la plegaria», ha concluido.

Con esta renuncia, que ha llegado por sorpresa, el Papa Benedicto XVI será el cuarto Pontífice en renunciar al ministerio papal en la historia de la Iglesia católica. El último en renunciar fue Gregorio XII, el veneciano Angelo Correr, que dimitió en 1515, dos años antes de morir, según catholic.net.

Ni deprimido ni enfermo

Poco después, en un 'breefing' convocado en el Vaticano, el portavoz de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi, ha asegurado que la decisión de Benedicto XVI de renunciar al ministerio les ha acogido por sorpresa dado que, además, este lunes, era un día festivo.

Lombardi ha explicado que el Pontífice se acoge de este modo al artículo 332, párrafo 2, del Código de Derecho Canónico que establece que «si el Romano Pontífice renunciase a su oficio, se requiere para la validez que la renuncia sea libre y se manifieste formalmente, pero no que sea aceptada por nadie».

Además, el portavoz del Vaticano ha señalado que esta decisión del Pontífice es «coherente» con la declaración que ya hizo Benedicto XVI en el libro entrevista 'La luz del Mundo' en 2010 «cuando el peligro es grande no se puede escapar, no es el momento para renunciar. Se puede renunciar en un periodo de tranquilidad», aseguraba el Papa.

En todo caso, Lombardi ha asegurado que no hay ninguna enfermedad en curso del Pontífice que haya influido en una decisión que, según ha destacado, ha adoptado con «lucidez». También ha resaltado que Benedicto XVI ha elegido anunciarlo «cuando estaba el colegio cardenalicio reunido».

Por otro lado, ha asegurado que el Pontífice no ha tomado esta decisión porque se encuentre deprimido. «Absolutamente no», ha destacado Lombardi, que ha asegurado que no ha visto «signos de depresión ni de desmotivación». «Le han tocado eventos que pueden golpear, pero esto no es lo que lo ha llevado a decidir», ha asegurado.

Lombardi ha señalado también que esta decisión es «una noticia muy importante para la Iglesia» y que el Papa ha leído su decisión con «voz clara y sin interrupciones». Lombardi también ha explicado que Benedicto XVI, se trasladará primero a Castengandolfo cuando comience la sede vacante y luego vivirá en un antiguo monasterio de clausura dentro del Vaticano, donde «será libre de entrar y salir cuando desee».

Noticias relacionadas

El sucesor de Benedicto XVI podría ser elegido en el mes de marzo ya que en este mes el Vaticano podría convocar el Cónclave para elegir nuevo Pontífice, según ha confirmado Lombardi. También ha precisado que «Joseph Ratzinger no participará en el cónclave que elegirá al nuevo Papa».

Para designar al sucesor de Benedicto XVI al frente del Obispado de Roma, un total de 117 cardenales tomarán la decisión desde la Capilla Sixtina, en lo que se conoce como 'Cónclave' o reunión del Colegio Cardenalicio de la Iglesia Católica Romana.

Los españoles que podrán elegir al nuevo Papa serán el presidente de la Conferencia Episcopal Española y cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela; el cardenal arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach; el prefecto de la Congregación para el Culto Divino, monseñor Antonio Cañizares Llovera; el cardenal arzobispo emérito de Sevilla, monseñor Carlos Amigo Vallejo; y el arcipreste de la basílica papal de Santa María la Mayor de Roma, Santos Abril y Castelló.

Un año marcado por el 'caso Vatileaks'

El Papa renunciará tras un año 2012 marcado por el escándalo de la filtración de documentos reservados, en medio del Año de la Fe y ante un 2013 protagonizado por la JMJ de Río de Janeiro.

La respuesta del Vaticano ante el caso Vatileaks llegó el pasado 16 de marzo de 2012, cuando abrió una investigación criminal por el caso de la filtración de documentos y la difusión de los mismos por algunos medios de comunicación alegando «corrupción» y «mala administración» por parte de varios departamentos.

La policía vaticana arrestó al exmayordomo del Papa, Paolo Gabriele, que fue sometido a un juicio por parte del tribunal vaticano en el que fue declarado culpable por el delito de robos con agravantes y que concluyó con su encarcelamiento en una celda.

El 22 de diciembre Benedicto XVI concedió la gracia a su exmayordomo, lo visitó en la celda para informarle personalmente de su perdón y pocas horas después el exmayordomo fue excarcelado. Ese día, el Santo Padre visitó en la cárcel a Gabriele para confirmarle su perdón, condonándole la pena infligida.

En 2013, Benedicto XVI se enfrentaba a un año marcado por la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Río de Janeiro (Brasil), que tendrá lugar del 23 al 28 de julio bajo el lema 'Id y haced discípulos a todos los pueblos'.

Además, el Papa dimite en medio del Año de la Fe que él mismo inauguró el pasado 11 de octubre de 2012 con una celebración solemne en el Vaticano para recordar el Concilio Vaticano II.

En 2010 explicó los motivos por los que un Papa podía dimitir

Benedicto XVI recogió en el libro 'Luz del mundo', que vio la luz en noviembre de 2010, los motivos por los que un Pontífice podía dimitir: cuando considera que no se encuentra capaz física, mental y espiritualmente para desarrollar el encargo confiado.

El Papa afirmaba también cómo sus fuerzas iban disminuyendo y que tal vez el trabajo que conllevaba el Pontificado fuera excesivo por un hombre de 83 años». Sin embargo, reconocía también que «gracias a Dios, existen muy buenos colaboradores» y que todo viene «ideado y realizado con un esfuerzo común».

Sin embargo, el Papa subrayó que no dimitiría a pesar de las dificultades de su Pontificado como el escándalo de los abusos porque «cuando el peligro es grande no se puede huir» sino que es necesario «resistir y superar la situación difícil».

Según manifestó Benedicto XVI, se puede dimitir «en un momento de serenidad o cuando ya no se puede más» pero no se puede huir «precisamente en el momento del peligro».