Los ecuatorianos dieron el domingo un triunfo holgado a Rafael Correa en las elecciones presidenciales, con lo que el economista de izquierda se ha garantizado una década en el poder, el mandato ininterrumpido más largo en la historia del país andino.

Como en 2009, el mandatario sacó más de la mitad del voto válido y por tanto evitó concurrir a una segunda vuelta, aunque esta vez superó incluso los resultados de la anterior elección, lo que muestra un nulo desgaste en el poder.

Con cerca del 50 % de los sufragios escrutados, casi el 57 % de las papeletas tenían marcado su nombre, frente a los cerca del 24 % del segundo colocado, el exbanquero Guillermo Lasso.

El presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), Domingo Paredes, dijo que los resultados finales pueden variar en uno o dos puntos porcentuales arriba o abajo, pero no más que eso.

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Tan pronto como conoció los primeros datos, el mandatario salió al balcón del palacio de Carondelet, sede del Ejecutivo, para agradecer a los cientos de personas congregados en la plaza de la Independencia, que lo apoyaban con gritos y ondeando banderas.

«Esta revolución no la para nada ni nadie», les dijo.

Lasso, para quien era la primera campaña electoral, reconoció la derrota y se autodenominó «el segundo líder político» del país. «Esta noche 17 de febrero inauguramos la oposición en el Ecuador», añadió.

Los resultados preliminares son un jarro de agua fría en particular para el expresidente Lucio Gutiérrez y el magnate bananero Álvaro Noboa, con un 6 % y un 3,7 % del voto.