Tres ciudades del este de China -Shanghai, Hangozhoy y Nanjing- cerraron ayer la mayoría de sus mercados de aves, detuvieron su comercialización y dos de ellas comenzaron a sacrificar ejemplares mientras el número de infectados por la gripe aviar suma dos más y alcanza los 18, de los que seis han fallecido.

Las autoridades de Shanghai confirmaron ayer dos nuevos casos de infección con la cepa H7N9 del virus de la gripe aviar.
Los dos nuevos enfermos, de 66 y 74 años, comenzaron a mostrar los síntomas de la enfermedad a finales del mes pasado y en los últimos dos días les fue diagnosticada neumonía, indicó ayer la agencia oficial Xinhua, que citó a la comisión de Salud de Shanghai.

Fuente de contagio

Once personas que estuvieron en estrecho contacto con los pacientes no han mostrado síntomas de la gripe, agregó la comisión.

En Ginebra, el portavoz de la OMS, Gregory Hartl, explicó en rueda de prensa que las investigaciones siguen intensamente porque aún no se ha identificado cuál es la fuente de contagio. Dijo que por ahora no se ha identificado ninguna relación epidemiológica entre los casos. «Por lo tanto, no se puede hablar de contagio de humano a humano, y hay que seguir buscando un contagio medioambiental».

La desinformación, no obstante, es lo que más me preocupa a la población china en estos momentos.

La primera en clausurar sus mercados avícolas y sacrificar ejemplares fue la metrópolis de Shanghái, la más afectada por el mortífero virus y donde las autoridades confirmaron la presencia de la cepa en otras 19 muestras recogidas en varios de sus mercados de aves vivas, cerrados desde hoy hasta nuevo aviso.

De esas 19, ocho muestras fueron extraídas de siete pollos en los alrededores del mismo mercado en el que se halló por primera vez el virus en una paloma el jueves, el Mercado Mayorista de Productos Agropecuarios de Huhai, de la población shanghainesa de Dongking, según la agencia oficial Xinhua. Las otras muestras que contienen el virus mortífero fueron recogidas en otros dos mercados ubicados en el cercano distrito shanghainés de Minhang.

Esta ciudad, la más poblada de China con más de 24 millones de habitantes, se despertó ayer con sus centenares de mercados de aves vivas cerrados, donde el día anterior se habían sacrificado 20.536 pollos, patos, gansos y palomas.