El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, afirmó hoy que el ataque con armas químicas del 21 de agosto, que atribuye al régimen sirio, no quedará sin respuesta y, aunque aún no ha tomado una decisión, reiteró que está evaluando una acción militar «limitada».

Ese ataque «es un desafío para el mundo» y amenaza a la seguridad nacional de Estados Unidos, dijo Obama antes de recibir en la Casa Blanca a los mandatarios de Estonia, Letonia y Lituania.

Antes de la intervención de Obama, el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, ha asegurado que los últimos datos que manejan los servicios de Inteligencia confirman que el régimen de Bashar al Assad ha empleado en numerosas ocasiones armas químicas, la última vez en Damasco, el pasado 21 de agosto, en un ataque que dejó más de 1.429 muertos, 426 de ellos niños.

«Podemos decir con un elevado grado de seguridad que el Gobierno sirio llevó a cabo un ataque con armas químicas contra elementos de la oposición en los barrios residenciales de Damasco», indicó el informe de Inteligencia citado por Kerry, y recogido por la cadena CNN.

Según estas informaciones clasificadas, el Ejército sirio tardó tres días en preparar el ataque de Damasco, en el cual se emplearon varios cohetes con material neurotóxico que fueron lanzados desde zonas controladas por el Gobierno sirio. Posteriormente, el régimen de Al Assad bombardeó el lugar para eliminar cualquier tipo de prueba.

«En los tres días previos al ataque», indicó el informe , «hemos recogido datos de inteligencia a partir de fuentes humanas y geoespaciales que revelan actividades del régimen asociadas a la preparación de un ataque con armas químicas».

Crimen contra la humanidad

El secretario Kerry calificó este ataque como un «crimen contra la humanidad» y al presidente sirio de «matón y asesino», y reiteró que la redacción de este informe de inteligencia ha sido especialmente cuidadoso a la hora de verificar el incidente, con el objeto de que cualquier iniciativa que a partir de ahora tome la Casa Blanca se base en datos fiables.

Kerry, que defendió una solución negociada --pero según los términos que marque Estados Unidos-- indicó que Siria «no se parecerá a Afganistán ni a Irak» porque «no desembocará en el despliegue de soldados en territorio sirio».

«Estados Unidos», indicó, «no volverá a justificar una campaña militar basándose en falsos datos de inteligencia».
A pesar de que Naciones Unidas ha pedido que se conozcan los resultados de la misión de investigación sobre el uso de armas químicas en Siria, Kerry ha manifestado que estas conclusiones no aportarán ningún dato adicional, ya que la información que baraja Estados Unidos procede, según el secretario de Estado, de altas fuentes de seguridad en el seno del Gobierno de Al Assad.

A pesar del revés sufrido por la negativa del Parlamento británico a impulsar una intervención militar, Kerry recordó que «Estados Unidos no está solo a la hora de hacer algo» respecto a ese ataque, y citó que esta iniciativa cuenta con el apoyo de países como Turquía y Francia, así como con el respaldo de la Liga Arabe.

«Estados Unidos tomará sus propias decisiones según su propia agenda, y según sus propios valores e intereses», apuntó el secretario de Estado.