John Kerry, Lajdar Brahimi y Sergei Lavrov, en el Palacio de las Naciones de Ginebra. | MARTIAL TREZZINI

A estas alturas pocos dudan que el ataque ocurrido en Siria el 21 de agosto fue químico, pero hasta ahora el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, más diplomático que nunca, se había mostrado prudente a la espera del informe de sus inspectores, hasta que avanzó ayer lo que todo el mundo sabe.

«Creo que el informe será un informe abrumador (acerca) de que se usaron armas químicas, aunque no lo puedo decir públicamente en este momento hasta que lo reciba», dijo Ban durante un acto público en la sede de Naciones Unidas, en el que adelantó que esperaba que los resultados se hagan públicos en los próximos días.

Cuando los periodistas se lanzaron a preguntar por las palabras del secretario general, un portavoz de la ONU, Farhan Haq, se limitó a responder que Ban todavía no ha recibido el mencionado informe, aunque recordó que está en contacto «permanente» con el jefe de los inspectores, el profesor sueco Ake Sellström.

Sin acusar a Al Asad

Quizá sin ser consciente de que sus declaraciones estaban siendo retransmitidas en directo por el circuito de televisión de Naciones Unidas, el secretario general apuntó también por primera vez al régimen de Bachar al Asad, aunque sin acusarlo directamente del ataque del 21 de agosto.

Desde que estalló el conflicto en Siria en marzo de 2011, el régimen de Al Asad ha cometido «muchos crímenes contra la humanidad», acusó Ban, quien se mostró «convencido» de que una vez concluya el conflicto «habrá un proceso para que los responsables sean llevados ante la Justicia».

«Pero en este punto lo primero y lo más importante es ayudar a que se ponga fin a las hostilidades y que comience el diálogo. Eso es lo que he estado diciendo, que le demos una oportunidad a la diplomacia, que le demos una oportunidad a la paz», añadió el secretario general.

Mientras Ban Ki-moon hablaba en Nueva York, el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, y el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, continuaron ayer su segundo día de reuniones en Ginebra para analizar la propuesta de Moscú para que Siria ponga su arsenal bajo control internacional.

Fuentes diplomáticas dijeron que Rusia había entregado al final de la tarde una propuesta detallada a la parte estadounidense sobre cómo retirar y destruir las armas químicas en Siria y que una respuesta positiva permitiría continuar con las conversaciones en las próximas horas.