Un abogado (c) sale del tribunal mientras unos soldados hacen guardia en El Cairo tras ilegalizar a los Hermanos Musulmanes. | AHMED ASSADI

Un tribunal de El Cairo prohibió ayer las actividades de los Hermanos Musulmanes y ordenó la congelación de sus fondos y propiedades inmobiliarias. La corte de Asuntos de Urgencia de la capital egipcia emitió este fallo, tras una demanda presentada por el partido izquierdista Al Tagamo. La decisión judicial es un paso más en el acoso de las autoridades surgidas del golpe de Estado contra el movimiento islamista.

El Partido Libertad y Justicia (PLJ), brazo político de la Hermandad, fue el vencedor en las primeras elecciones legislativas tras la revolución que derrocó en 2011 al dictador Hosni Mubarak y su líder, el depuesto presidente Mohamed Mursi, fue vencedor en los comicios presidenciales de 2012. La agencia de noticias estatal egipcia, Mena, precisó que la decisión de tribunal, presidido por el juez Mohamed al Sayed, veta también las actividades de cualquier organización vinculada a la Hermandad o que reciba ayuda financiera de ella.

Comité especial

En declaraciones a los periodistas a su salida del juzgado, uno de los abogados de la acusación, Mahmud Abdalá, agregó que el Consejo de Ministros creará un comité especial para supervisar las finanzas del grupo islamista y evitar que desvíe sus fondos. En el lugar había un amplio dispositivo de seguridad y decenas de periodistas locales e internacionales. Existe confusión sobre las consecuencias legales de este fallo, que es recurrible.

El abogado Asad Heikal recordó que los Hermanos Musulmanes se constituyeron como ONG hace un año, tras estar en la ilegalidad desde 1954, por lo que esta sentencia significa la disolución de dicha organización no gubernamental. «El fallo estipula que el grupo de los Hermanos Musulmanes es ilegal y no debe existir. Sus miembros y sus actividades no tendrán legitimidad» a partir de ahora, señaló Heikal.

El letrado apuntó que los fallos de los tribunales de asuntos de urgencia son de aplicación inmediata, aunque pueden ser recurridos. Según Heikal, existe otra demanda para pedir la disolución de la Hermandad en el Consejo de Estado, que tendrá que dictar otro fallo que posiblemente «completará este, pero no aportará nada nuevo».