Vista de una construcción cilíndrica en el tejado de la Embajada británica en Berlín. | MICHAEL KAPPELER

El ministro de Exteriores alemán, Guido Westerwelle, citó ayer al embajador del Reino Unido en Berlín, Simon McDonald, a raíz de las informaciones que apuntan a que en su legación diplomática hay instalados equipos de espionaje.

En un comunicado, el ministerio de Exteriores explicó que se ha solicitado del diplomático «una aclaración sobre las informaciones aparecidas en medios británicos» y advirtió de que «espiar comunicaciones desde una sede diplomática es una actividad ilegal».

El diario británico The Independent publicó ayer, citando documentos de los servicios secretos estadounidenses, que la embajada británica en la capital alemana, próxima a la de EEUU y junto al distrito gubernamental, cuenta con un equipo de escuchas.

Estos documentos, relata el rotativo inglés, son parte de los que se encuentran en posesión de Edward Snowden, el extécnico de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de EEUU que destapó este verano la trama global de espionaje de Washington.

Red

Según estos informes, la NSA, junto a los servicios secretos de Reino Unido y otros «socios clave» operan «una red de puestos de espionaje electrónico desde sedes diplomáticas en todo el mundo que interceptan información de los países anfitriones».

En base a estas informaciones, el Cuartel General de Comunicaciones del Gobierno británico (GCHQ) -uno de los tres servicios de Inteligencia de Reino Unido-, opera una estación de escuchas encubierta en la legación diplomática, y escuchaba las conversaciones de los miembros del Bundestag (Parlamento) y de la canciller, Angela Merkel.