Angela Merkel. | THOMAS PETER

Angela Merkel fue investida hoy canciller alemana para una tercera legislatura con el voto de una amplia mayoría del Bundestag (cámara baja), tras el acuerdo de coalición entre el bloque conservador y el grupo socialdemócrata.

Casi tres meses después de las elecciones celebradas el 22 de septiembre, 462 diputados de los 621 diputados presentes en el hemiciclo (faltaron diez parlamentarios a la sesión plenaria) respaldaron la candidatura de Merkel, que regirá el destino de la principal potencia europea cuatro años más.

La gran coalición suscrita entre la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel, su ala bávara de la Unión Socialcristiana (CSU) y el Partido Socialdemócrata (SPD) suma 504 escaños, con lo varios diputados de estos tres partidos no respaldaron la investidura.

La votación, en urna para preservar el secreto del voto, se saldó con 150 votos en contra y nueve abstenciones.

«Asumo la elección y agradezco la confianza», dijo Merkel solemnemente después de que el presidente del Bundestag, Norbert Lammert, hiciera público el escrutinio.

El nombramiento fue recibido con prolongados aplausos desde los escaños y la tribuna del público, donde se sentaba hoy la madre de Angela Merkel, Herlind Kasner, junto a otros invitados, como el ya ex ministro de Exteriores, Guido Westerwelle.

Merkel liderará en esta legislatura la tercera gran coalición que se forma en Alemania desde la II Guerra Mundial, tras la que dirigió Kurt Georg Kiessinger en los sesenta y la que encabezó ella misma en su primera legislatura (2005-2009).

En esta legislatura la oposición parlamentaria queda reducida a La Izquierda -postcomunistas y disidentes socialdemócratas- y los Verdes, que suman 127 escaños.

Antes de comenzar la sesión de investidura, el pleno guardó un minuto de silencio en homenaje al fallecido ex presidente sudafricano y premio Nobel de la Paz Nelson Mandela.

Tras la votación en el Reichstag, Merkel y los ministros del nuevo gabinete -seis de la CDU, tres de la CSU y seis del SPD- serán nombrados formalmente por el presidente alemán, Joachim Gauck.