El Banco Central Europeo (BCE) mantuvo hoy los tipos de interés en la zona del euro en el mínimo histórico del 0,25 %, pese a la caída de la inflación.

La institución europea informó en Fráncfort de que también dejó inalterada la facilidad marginal de crédito, por la que presta dinero a los bancos durante un día, en el 0,75 %.

Asimismo, mantuvo la facilidad de depósito, por la que remunera el dinero, en el 0 %.

La mayor parte de los expertos preveía que el BCE no iba a actuar este mes.

La inflación interanual en la zona del euro bajó en enero una décima, hasta el 0,7 %, frente al mes anterior, según el cálculo preliminar de Eurostat, la oficina estadística de la UE.

La tasa de inflación se aleja mucho del objetivo del BCE, que es mantenerla cercana pero siempre por debajo del 2 % para lograr la estabilidad de precios.

El presidente del BCE, Mario Draghi, dijo a comienzos de enero que la entidad monetaria actuaría en caso de que empeoren las expectativas para la inflación.

Draghi explicará hoy en rueda de prensa a partir de las 13.30 horas GMT detalles de las deliberaciones del consejo de gobierno y podría dar pistas de cuáles serán las próximas decisiones.

El analista de Commerzbank Michael Schubert prevé que el BCE reducirá su tasa de interés rectora en marzo.

Hasta ahora Draghi ha insistido en que no existe riesgo de deflación en el conjunto de la zona del euro y que la actual desaceleración de la inflación se produce por el ajuste en los países del sur de Europa.

La baja inflación en la zona del euro es la consecuencia de la débil actividad económica en países como España, Portugal, Grecia e Italia, que además deben ganar competitividad.

Se entiende por deflación una amplia caída generalizada de los precios que genera un circulo vicioso porque los consumidores y las empresas no consumen ni invierten porque prevén que los precios caigan más y eso genera menos crecimiento, según Schubert.

El Banco de Inglaterra mantuvo también los tipos de interés en el Reino Unido, en el mínimo histórico del 0,5 %, y tampoco modificó su programa de compra de activos para reactivar el mercado crediticio.