Dos grupos de hombres armados tomaron el jueves por la noche los dos principales aeropuertos de Crimea en lo que el Gobierno de Ucrania ha tachado de «invasión armada» por orden del Kremlin para proteger la posición estratégica de la flota rusa del Mar Negro, destinada en el puerto crimeo de Sebastópol, que a su vez negó toda participación en estos eventos.

La información sobre estos escuadrones es limitada porque sus uniformes de combate no portan distintivos. Hasta el momento solo han sido denominados como ‘fuerzas de autodefensa’ crimeas, que por lo general están formadas por rusohablantes, y su presencia no ha impedido el funcionamiento normal de ambas instalaciones, según fuentes aeroportuarias.

Primero, un grupo inicial de entre cincuenta y cien efectivos hizo acto de presencia en el aeropuerto de Simferópol, en la capital crimea. El escuadrón, que llegó en tres camiones sin matrícula, patrulló brevemente las inmediaciones, antes de entrar en el lugar para dirigirse a las pistas de aterrizaje en busca de «tropas ucranianas», según informó el portavoz aeroportuario Igor Stratilati.

Tras constatar que ningún soldado ucraniano se encontraba en la zona, el grupo regresó a sus posiciones iniciales en el perímetro del lugar.

Poco después, un segundo escuadrón apareció en el aeródromo militar de Bilbek, en Sebastópol. A diferencia del primer grupo, todos los miembros de esta formación vestían uniforme militar de combate, con los rostros tapados por pasamontañas, aunque nuevamente no portaban distintivo alguno. La incursión, como la de Simferópol, transcurrió sin incidentes.

El nuevo Gobierno ucraniano asegura que estos grupos actúan «sin género de dudas» a las órdenes del Kremlin en lo que se trata, según el ministro del Interior ucraniano, Arsen Avákov, de una «intervención militar y de una ocupación que viola todos los acuerdos internacionales».

Por contra, la Marina rusa se ha desvinculado completamente de la incursión en el aeródromo de Bilbek.