El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, anunció ayer el refuerzo «inmediato» de la defensa colectiva de los miembros de la Alianza con el despliegue de recursos por «tierra, mar y aire» en los países del este de Europa, ante la crisis ruso-ucraniana. «Habrá más aviones en el aire, más barcos en el agua y más disposición en tierra», dijo Rasmussen en una rueda de prensa tras una reunión del Consejo del Atlántico Norte, a la vez que afirmó que «una solución política es la única salida» a esta crisis.

El Consejo del Atlántico Norte, compuesto por los embajadores de los 28 aliados, acordó un conjunto de medidas para mostrar la «solidaridad» entre ellos y fortalecer su defensa colectiva, sobre la base de las recomendaciones preparadas por el comandante supremo de la OTAN en Europa, el general estadounidense Philip Breedlove. Rasmussen explicó que esas medidas militares incluirán más salidas de las patrullas aéreas aliadas sobre los países bálticos y el despliegue de barcos en el mar Báltico y el este del Mediterráneo, así como en otros lugares si es necesario.

Revisión de los planes

También señaló que personal militar de las naciones aliadas «será desplegado para reforzar nuestra disposición, entrenamiento y ejercicios», y que los planes de defensa de la Alianza serán «revisados y reforzados». «Empezaremos a implementar estas medidas de inmediato», dijo Rasmussen, que agregó que «si es necesario, en las próximas semanas y meses seguirán más».

El político danés indicó que estas decisiones van en favor de «la defensa, la disuasión y la reducción de la tensión». Consideró que están «completamente en línea con nuestros compromisos internacionales» y envían el «claro mensaje» de que la OTAN «protegerá a cada aliado y defenderá de cualquier amenaza a nuestra seguridad fundamental».

Rasmussen dijo que en cuestión de «días» podrían empezar los primeros despliegues, en función de las consideraciones prácticas, pero rechazó «entrar en detalles operacionales» sobre el número de efectivos.