El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi. | ARNE DEDERT

El Banco Central Europeo (BCE) bajó ayer los tipos de interés en la zona del euro en 10 puntos básicos, hasta el mínimo histórico del 0,15 %, y aprobó numerosas medidas no convencionales para impulsar el crecimiento, el crédito a las empresas y a los hogares.

El presidente del BCE, Mario Draghi, dijo en rueda de prensa, tras anunciar todas las medidas, que «la tasas de interés rectoras del BCE permanecerán en los niveles actuales por un periodo de tiempo prolongado a la vista de nuestras perspectivas de inflación».

«El consejo de gobierno fue unánime en su compromiso de usar también instrumentos no convencionales para afrontar los riesgos de un periodo demasiado prolongado de baja inflación», según Draghi. El BCE también recortó el tipo de interés por el que presta dinero a los bancos a un día, en 35 puntos básicos, hasta el 0,4 %, y la tasa de interés por la que remunera el dinero a un día, en 10 puntos básicos, hasta el menos 0,10 %.

Con el fin de impulsar el crédito, por primera vez el BCE penalizará a partir del 11 de junio a los bancos por depositar su dinero en su ventanilla. El BCE superó las expectativas y aprobó más medidas de lo que habían previsto los analistas.

Más medidas

El euro cayó con fuerza en un primer momento pero después recuperó posiciones y se cambiaba de nuevo algo por encima de 1,36 dólares. Asimismo el BCE revisó a la baja sus pronósticos de inflación hasta 2016.

La entidad monetaria prevé que la inflación se situará este año en el 0,7 %, un porcentaje que se aleja mucho del objetivo del BCE, que es una tasa en niveles inferiores, aunque próximos, al 2 %.

El BCE llevará a cabo este año dos inyecciones de liquidez a largo plazo por 400.000 millones de euros, con un vencimiento de cuatro años condicionadas a que los bancos presten a las empresas y los hogares. Los bancos comerciales podrán tomar prestado del BCE un 7 % del valor de sus préstamos al sector privado no financiero, empresas y hogares, excluidas las hipotecas para evitar nuevas burbujas inmobiliarias, con fecha el 30 de abril de 2014. Las medidas del BCE suponen un vuelco a su política monetaria, tanto que ha superado incluso las expectativas del mercado.