De derecha a izquierda: David Cameron, Fredrik Reinfeldt, Angela Merkel y Mark Rutte, en una rueda de prensa en Harpsund. | TT NEWS AGENCY

La canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro británico, David Cameron, cerraron ayer una minicumbre en Suecia con sus homólogos sueco y holandés sin lograr avances en el relevo al frente de la Comisión Europea (CE), aunque la canciller alemana se mostró menos cerrada a renuncia a su candidato.

Los cuatro líderes de centroderecha insistieron en la importancia de consensuar reformas en el seno de la UE antes de hablar de nombramientos, sin profundizar en la polémica por la posible elección del conservador luxemburgués Jean-Claude Juncker para suceder al actual presidente de la CE, Durao Barroso. «El foco de la reunión no estuvo en las personas, sino en el contenido», recalcó en una rueda de prensa conjunta Merkel, uno de los principales apoyos de Juncker.

El anfitrión del encuentro, el primer ministro sueco, Fredrik Reinfeldt, habló de que lo esencial es acordar las «prioridades» para la UE, mientras que su colega holandés, Mark Rutte, lo resumió de forma contundente: «primero los contenidos, luego las personas».

Merkel reiteró que Juncker es el «candidato principal» por su condición de cabeza de la lista más votada en los pasados comicios en la UE, la del Partido Popular Europeo, y defendió que se respete el nuevo proceso que coloca la decisión definitiva sobre los nombramientos en la Eurocámara. Pero rebajó el tono de la polémica surgida la semana pasada con Camerón y apeló al «espíritu europeo» para lograr un acuerdo.

«Ha habido demasiadas declaraciones en los últimos días, tenemos que volver al camino responsable», dijo la canciller. Esa línea conciliadora siguió también el 'premier' británico, quien en días pasados había amenazado con sacar a su país de la UE si sale elegido Juncker, a quien considera representante de la «vieja guardia» contraria a las reformas que él defiende.