Un soldado rebelde enmascarado permanece en guardia mientras varios inspectores de la OSCE llegan para revisar las bolsas de los cadáveres. | ROBERT GHEMENT

Los cadáveres de los casi 300 pasajeros y tripulantes del avión malasio siniestrado en Ucrania partieron ayer en vagones frigoríficos con destino a la ciudad de Járkov, donde pasarán de las manos de los rebeldes prorrusos a las de los expertos internacionales.

El tren, donde los cadáveres se encuentran a una temperatura de cero grados, recibió ayer el visto bueno de tres forenses llegados de Holanda, los primeros expertos extranjeros en examinar su estado de conservación.

Los médicos holandeses abrieron los vagones estacionados en la localidad de Torez para examinar los cuerpos en presencia de la misión de la OSCE en Ucrania, encabezada por el suizo Alex Hug.

Tras varias horas de negociaciones, los insurgentes prorrusos, en cuyo poder supuestamente figuran las cajas negras del aparato, dieron el beneplácito para el traslado de los cuerpos abandonados en tierra de nadie durante cuatro largos días.

Los cuerpos desnudos y cubiertos de hollín no fueron recogidos hasta 48 horas después de la catástrofe, cuando fueron introducidos en camiones y refrigerados en un tren en una vetusta estación.

Búsqueda terminada

«Los trabajos de búsqueda de los cuerpos han terminado. Se puede constatar que se han encontrado 282 cuerpos y 87 fragmentos que pertenecen a 16 cadáveres», señaló el viceprimer ministro ucraniano Vladímir Groisman, responsable de la investigación de la catástrofe.

En Járkov serán recibidos por una treintena de expertos, en su mayoría de Holanda -193 víctimas eran de esa nacionalidad- y Malasia, país al que pertenecía el Boeing-777 accidentado frente a la aldea de Grabovo.

Precisamente, dos aviones, uno con siete especialistas holandeses y depósitos especiales para cadáveres, y otro con expertos malasios aterrizaron ayer en Járkov.

Seguidamente, se procederá a su examen, tras lo que serán repatriados, aunque cabe la posibilidad de que algunos familiares puedan viajar a Járkov para identificarlos personalmente.

Los familiares de las víctimas holandesas fueron recibidos ayer por el rey Guillermo-Alejandro de los Países Bajos, que se mostró «profundamente afectado» y expresó su confianza en que «se haga la luz sobre la causa del desastre».

Al respecto, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, acusó a los separatistas prorrusos de «continuar bloqueando la investigación» e instó a Rusia a usar su influencia para permitir una investigación «transparente».

«¿Qué es lo que están tratando de ocultar? Lo que necesitamos es acceso inmediato y sin obstáculos al lugar de los hechos. El presidente ruso, Vladimir Putin, tiene responsabilidad directa para obligarles a cumplir con la investigación», dijo.