El dolor también queda reflejado en los familiares de los soldados israelíes muertos durante su ofensiva militar en Gaza. | NIR ELIAS

El Consejo de Derechos Humanos de la ONU se posicionó ayer del lado palestino tras un extenso debate sobre la ofensiva militar israelí contra Gaza y su grave impacto en la población, condenando con firmeza a Israel por sus acciones y exigiéndole que las detenga de inmediato.

La condena forma parte de una resolución a la que el único país que se opuso fue Estados Unidos, que votó en contra por considerar que no tenía espíritu constructivo y que, por tanto, en nada ayuda al cese de las hostilidades. De los 47 países miembros del Consejo, la resolución fue aprobada por 29 votos, mientras que hubo 17 abstenciones. Latinoamérica apoyó en conjunto el documento, frente al cual los países europeos prefirieron abstenerse por considerar que no era equilibrado al omitir cualquier mención al lanzamiento de cohetes desde Gaza contra Israel.

Crímenes

Poco antes, la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, denunció que las ataques del Ejército israelí contra Gaza podrían constituir «crímenes de guerra». «Los ejemplos que acabo de mencionar (descripción de ataques israelíes contra civiles indefensos) parece que muestran que la ley humanitaria internacional ha sido violada hasta un alcance que podrían constituir crímenes de guerra», señaló Pillay ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

Pillay indicó que «las casas de civiles no son objetivos legítimos, a menos que sean usados o contribuyan a propósitos militares. En caso de duda, las casas de civiles no son objetivos legítimos».

Por su parte, Israel calificó de «farsa» la decisión del Consejo de Naciones Unidas de investigar los crímenes y violaciones del derecho internacional que se hayan podido cometer en su ofensiva «Margen protector» en Gaza, en la que han muerto más de 661 palestinos y 4.200 han resultado heridos. «La decisión del Consejo es una farsa que debe ser rechazada por toda la gente decente», afirma un comunicado del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.