El ambiente en la sede en Madrid de Swiftair, la compañía privada española del avión desaparecido esta madrugada en el noreste de Mali en un vuelo operado por Air Algerie con 110 pasajeros y seis tripulantes españoles, era esta tarde de tristeza y desolación.

«Estamos todos muy tristes», ha manifestado uno de los empleados de la compañía aérea cuando salía de la sede de la empresa, radicada en el número 14 de la calle del Ingeniero Torres Quevedo, en las inmediaciones del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas.

La puerta principal, acristalada, estaba tapada con un cartón y las persianas de las ventanas bajadas.

Una treintena de periodistas y una docena de cámaras aguardaban esta tarde en el exterior la llegada de familiares de los tripulantes, pero las pocas personas que han entrado o salido de la empresa han negado tener parentesco con ellos.

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Un administrativo de la compañía ha salido un momento para declarar que «no sabían nada» y confirmar que son seis los españoles desaparecidos.

No obstante, Swiftair ha difundido un comunicado esta tarde en su página web en el que indicaba que, en ese momento y de acuerdo con la información de los equipos de búsqueda, se seguía desconociendo el paradero del avión desaparecido y del personal a bordo.

«Acompañamos a todos los afectados en su sentimiento ante tal tragedia», señala en la nota la aerolínea española.

El Ministerio de Fomento ha activado un gabinete de crisis, mientras Navegación Aérea y Aviación Civil se han puesto en contacto con las autoridades de Burkina Faso, Mali y Argelia para recabar información sobre el vuelo.