Un grupo de voluntarios ucranianos construye unas trincheras en la zona de Mariupol para defenderse del posible ataque ruso. | Efe

Los líderes europeos acudieron ayer a la cumbre europea con la intención de decidir sobre la posibilidad de nuevas sanciones contra Rusia por la escalada de tensiones en Ucrania, pero mientras algunos pidieron enérgicamente presionar a Moscú, otros abogaron por analizar antes su impacto.

«Lo que pasa en Ucrania es tan grave que el Consejo Europeo estará obligado a reaccionar aumentando el nivel de las sanciones», afirmó el presidente francés, François Hollande, y añadió: «Creo que tenemos que reaccionar y habrá seguramente una petición a la Comisión Europea de preparar nuevas sanciones».

Reunión

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Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea se reunieron con el presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, quien ve el menfrentamiento con Rusia muy cerca de «una guerra a gran escala».

Por su parte, el primer ministro británico, David Cameron, calificó de «completamente inaceptable» la presencia de tropas rusas en territorio ucraniano y advirtió de que habrá «consecuencias» para Rusia si la situación no cambia en los próximos días.

«Los países europeos no deberían reflexionar mucho para entender hasta qué punto es inaceptable, lo hemos aprendido a lo largo de nuestra historia. Debe haber consecuencias si esta situación continúa», señaló. Pero fue la presidenta de Lituania, Dalia Grybauskaite, quien pidió con más ímpetu nuevas sanciones contra Rusia.

«Necesitamos apoyar militarmente y enviar material militar a Ucrania», señaló, en referencia a la OTAN que dirige Rasmussen. Sin embargo, el primer ministro de Finlandia, Alexander Stubb, dijo que no se puede esperar apoyo militar de la UE, porque los Veintiocho emplean solo una «fuerza blanda», que en una primera fase se plasmó en el Acuerdo de Asociación con Ucrania y en una segunda en las sanciones contra Moscú.