Ucrania y los rebeldes acordaron con mediación rusa y europea un alto el fuego que entró en vigor a las 18:00 hora local y que debería dar paso a un proceso de paz que se perfila arduo, ya que los insurgentes no renuncian a la independencia. El acuerdo de cese de las hostilidades fue alcanzado en Minsk durante las consultas del Grupo de Contacto (Ucrania, Rusia y la OSCE) con participación de los líderes de las autoproclamadas repúblicas separatistas.

No es el primer alto el fuego declarado desde el estallido de la sublevación armada contra Kiev en abril pasado, aunque sí el primero acordado por ambos bandos con el beneplácito de la comunidad internacional.

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El documento incluye otros puntos, como son el control internacional del alto el fuego, que correrá a cargo de la OSCE, y el canje de prisioneros de guerra, que comenzará hoy.

Además, la representante de la OSCE en las consultas de Minsk, Heidi Tagliavini, aseguró que ambos bandos habían acordado el repliegue del armamento pesado, en alusión a los tanques y a las piezas de artillería.

También se abrirán corredores humanitarios para el suministro de ayuda a las poblaciones en la zona de conflicto, el primero de los cuales podría entrar en territorio ucraniano mañana, sábado, procedente de Rusia.

Poco después de que se hiciera público el acuerdo, Poroshenko ordenó a su Estado Mayor el cese de las acciones militares en el este prorruso, donde las fuerzas gubernamentales sufrieron importantes reveses en las últimas semanas.