El presidente electo de la Comisión Europea, el conservador Jean-Claude Juncker, durante la rueda de prensa de ayer en Bruselas. | OLIVIER HOSLET

España pierde poder en la nueva Comisión Europea con el reparto propuesto por su presidente, el conservador luxemburgués Jean-Claude Juncker, que adjudicó ayer al candidato español a comisario, Miguel Arias Cañete, la cartera de Clima y Energía.

El nuevo cargo de Cañete fusiona dos carteras que antes estaban separadas: Energía por un lado y Acción por el Clima por otro.

La cartera de Energía no está entre las más importantes. España ha ostentado en los últimos quince años carteras de alto rango en la Comisión, como la de Competencia, que ocupa ahora Joaquín Almunia, o la de Asuntos Económicos en los dos Ejecutivos anteriores.

Sin embargo, la cartera de Energía ha ido ganando protagonismo en los últimos años por el conflicto del gas entre Ucrania y Rusia. Además, interesa especialmente a España para impulsar la construcción de interconexiones que permitan convertir a la Península Ibérica en alternativa a Moscú.

Por su parte, en tanto que comisario de Acción por el Clima, Cañete será responsable de buscar consensos entre los estados miembros sobre reducción de emisiones y negociar en nombre de la UE el próximo tratado internacional para combatir el cambio climático.

Según el nuevo organigrama, la Comisión contará con la eslovena Alenka Bratusek como vicepresidenta para la Unión de la Energía. Al igual que el resto de vicepresidentes, Bratusek tendrá poderes para vetar cualquier iniciativa de Cañete si no está de acuerdo.

El Gobierno de Rajoy aspira también a lograr la presidencia del Eurogrupo para el ministro de Economía, Luis de Guindos.